“Yo nací y crecí entre magueyes. En mi municipio (Caltepec) llevamos muchos años haciendo mezcal”, señaló Eleuterio Orea, uno de los cuatro emprendedores que por varios años migraron a la Ciudad de México y regresaron a su comunidad para producir mezcal, trabajo que desde la infancia sabe realizar pero que ahora cuenta con una visión y responsabilidad de cuidar el medio ambiente.
De esta manera, Eleuterio buscó desarrollar investigaciones y conocer más aportes sobre el maguey, una de las plantas con mayor presencia en la Mixteca poblana, y donde la comunidad de Plan de San Miguel no es la excepción.
La pobreza los llevó a migrar
En entrevista con MILENIO Puebla, Eleuterio Orea relató que las condiciones económicas en su hogar eran difíciles. El grado de pobreza era tal que andaba con huaraches rotos, además de que apenas uno de los emprendedores concluyó la primaria, dos la secundaria y uno preparatoria. Ante esta situación, Eleuterio y Miguel Ángel Orea; Alejo Hernández Peláez y Félix Barragán decidieron emigrar a la Ciudad de México, donde vieron una oportunidad para mejorar su vida.
Los cuatro poblanos comenzaron a trabajar en restaurantes, donde realizaban labores en varios departamentos. Poco a poco ascendieron hasta ocupar el puesto de chef y en una de las tantas pláticas en el restaurante con dueños de marcas de mezcal poblano, de Durango, Michoacán, Oaxaca, Guerrero, conocieron a un empresario de Estados Unidos y dialogaron sobre los magueyes de Puebla.
Así, los tres emprendedores de Plan de San Miguel analizaron cómo crear un proyecto junto con su familia, porque “si bien es cierto que México necesita de inversión foránea, a nosotros los locales nos falta ser más competitivos, ser embajadores de lo mucho que tiene este país. El mezcal es un producto, pero junto a él también hay cultura, artesanía, gastronomía y tradiciones”.
Inicio del proyecto
Ante la gran riqueza de su tierra natal, los poblanos regresaron a su comunidad e iniciaron los trabajos sobre el tema de emprendimiento que habían puesto en marcha en Ciudad de México. Para ello buscaron complementarse, apoyarse, no verse con recelo con otros productores del municipio.
Eleuterio comentó que el proyecto busca ser una punta de lanza que transmita cómo es posible producir mezcal para llevarlo a otras zonas. Por ello, resaltó que la marca es Aislados, en referencia a que “en el aislamiento no es malo del todo malo, muchas veces necesitamos aislarnos como ocurrió en la pandemia y en ese aislamiento se encuentran muchas cosas”.
Explicó que con esta marca se busca demostrar que detrás de las comunidades y familias que están aisladas, hay un mundo por descubrir, además que el mantenerse aislado ha permitido conservar tradiciones, cultura y gastronomía de las localidades.
Red de productores de agave
Para tener más fortaleza en el trabajo, Eleuterio Orea dijo que se conformó un grupo de productores de mezcal, lo cual les permitió elaborar infraestructura, adquirir materiales, así como recolectar semillas de agaves el campo (30 por ciento). Comentó que de ésta se busca germinar para tener nuevos agaves “y una vez que nacen, le damos la planta a los integrantes de la red sin costo”.
Señaló que los productores siembran los magueyes que se incorporan a la agricultura; “con esto se busca rescatar las plantas nativas, la agricultura tradicional, cuando los magueyes alcanzan la madurez, se venden a ‘Aislados’ a un precio comercial”, resaltó.
No obstante, comentó que existe una responsabilidad de dejar 5 por ciento de los agaves que crecieron en campo para alimentar a los polinizadores, como las abejas, murciélagos y colibrís, con el fin de garantizar la conservación de la especie, “porque se tiene una fuente de semillas para germinar, esa es la modalidad que se aplica”.
Además, Eleuterio Orea recuerda que cuando inició el proyecto con Miguel Ángel, Félix Barragán, Alejo Hernández Peláez y Edilberto Macedas, este último maestro mezcalero, el grupo lanzó una convocatoria general e invitó a la población de Caltepec a conocer el proyecto. Como respuesta, hubo 50 personas, pero de estas solo 12 aceptaron participar.
Comentó que el grupo de emprendedores no está en contra de los programas de apoyo público, sin embargo, los receptores no cuentan con la suficiente instrucción para estos beneficios.
Dijo que en esta zona, pobladores que recibieron invernaderos después entregan las estructuras, ya que el beneficiario del programa la vendió; “desafortunadamente, si le dieran un valor agregado, potencializarían esos beneficios, pero falta mucha educación, una guía”, explicó.
El empresario señaló que cuando se presentó el plan de trabajo, muchos de los convocados no se animaron a invertir, sobre todo a largo plazo, por ejemplo, el maguey pitchomel se cosecha a los 25 años y “hay quienes ven más fácil ir al cerro por magueyes que no sembraron y hacer mezcal, esto ha traído como consecuencia saqueo y robo de agaves, especies en peligro de extinción, porque no hacen un aprovechamiento racional”, dijo.
Asimismo, comentó que no se trata solo de producir mezcal, sino también de decir qué origina esta actividad, “porque eso nadie lo quiere voltear a ver; hay muchas marcas de mezcal en Caltepec, pero qué están haciendo con los residuos que se generan en cada quema y extracción, de dónde están obteniendo el agave”.
Eleuterio señaló que esta actividad es similar a un proceso de construcción de una carretera, pues acerca la economía, “salva vidas por la movilidad tan práctica para llevar a una persona a un hospital y muchos otros beneficios, pero no se habla de que se destruye la flora y fauna. Por lo anterior se debe trabajar en un proyecto paralelo que restaure el ecosistema en la medida de lo posible”.
En ese sentido, comentó que el grupo de emprendedores no busca detonar solo este producto, sino también contribuir al medio ambiente.
Enlace con universidades
En este caminar por innovar, hacer un trabajo diferente en la producción de mezcal, los emprendedores buscaron el apoyo de catedráticos y alumnos de la Universidad Autónoma de Chapingo, de las especialidades en Agroecología; así como de la Universidad Tecnológica de Tehuacán, donde interviene el área de Agricultura Protegida, con la Dirección de la Reserva de la Biosfera.
Explicaron que los especialistas participan como una fuente de consulta y guía para encontrar un modelo innovador en la forma de producir mezcal, pues en esta región el agave tiene un lugar perfecto para su siembra y producción.
El representante comentó que la marca “Aislados” lleva con cuidado cada uno de los procesos, los cuales van desde la recepción de las piñas, el asado, majado, fermentado, hasta la posterior destilación.
Señaló que la apertura del grupo de emprendedores hizo posible una relación con artesanos del barro bruñido de Los Reyes Metzontla, quienes han diseñado pequeñas copas, pero además se han hecho ventas y diseños especiales de su artesanía a otros puntos del país.
Otro logro ocurrió el pasado 5 de mayo, cuando el chef poblano Álvaro Eduardo López Luna se encargó de la cena en la embajada de México en Washington por el 160 aniversario de la Batalla de Puebla y llevó una botella de mezcal “Aislados” para presentarla al embajador Esteban Moctezuma.
Aprovechamiento del agave
Por último, Orea señaló que el proyecto es integral, porque una vez terminada la fermentación y el destilado, los residuos que quedan de las piñas del agave se utilizan como fertilizantes en la siembra de nopal, la producción de hortalizas como el jitomate, donde hacen alcolchados para que la planta crezca y de frutos 100 por ciento orgánicos.
Además, con el apoyo de estudiantes universitarios iniciaron las pruebas con los sobrantes del maguey y ya inició la producción de papel que servirá para las etiquetas de la marca del mezcal, con el fin de tener un aprovechamiento integral de esta planta que los llevó a estar presentes en la Ruta del Mezcal, impulsada por el gobierno del estado.
AFM