En Puebla, las palabras “Polvo eres y en polvo te convertirás” en el inicio de la cuaresma, este miércoles de ceniza, se recuerdan en silencio y con sana distancia por los fieles poblanos para evitar contagios de coronavirus.
La imposición del signo de la cruz se realiza en los templos poblanos con sana distancia, sin establecer ningún tipo de contacto físico, para lo cual, se esparce ceniza sobre la cabeza del creyente y en espacios abiertos; y, al mismo tiempo, en casa casa siguiendo las misas a través de redes sociales y colocándosela entre familiares.
Aunque no se pueden pronunciar como en años pasados, este miércoles los poblanos recuerdan las palabras que provienen del Libro del Génesis de la Biblia:
“Con el sudor de tu rostro comerás pan hasta que vuelvas al suelo, porque de él fuiste tomado. Porque polvo eres y a polvo volverás”.
Los fieles católicos recordaron que la ceniza es una señal de arrepentimiento y penitencia, recordando que la vida es temporal y que en algún momento se morirá, como ahora se repite por la pandemia del covid-19, con la esperanza de una vida eterna.
Desde las primeras horas de este día, algunos poblanos visitaron los templos, algunos participaron en las misas, otros solo acudieron por algún sobre para llevarla a casa y otros más, siguieron por las redes sociales las transmisiones de las misas que encabezaron los sacerdotes en diferentes parroquias y templos.
En la catedral de Puebla, el obispo auxiliar del arzobispo, Víctor Sánchez Espinosa, Tomás López Durán, encabezó la misa de miércoles de ceniza que marca el inicio de la cuaresma, tiempo litúrgico del calendario cristiano destinado a la preparación espiritual de la fiesta de la Pascua.
Durante la misa, López Durán llamó a los poblanos a comenzar una etapa de reflexión que se traduzca en una conversión personal para brindar apoyo a las personas con más necesidades y para contrarrestar el egoísmo en tiempos de pandemia.
“Hoy estamos iniciando este tiempo penitencial, tiempo fuerte, tiempo de gracia y lo hacemos con un signo penitencial que involucra el corazón (…). No quedarnos encerrados, sino abrimos para mirar al otro como al prójimo, como al que está cercano. Si lo miramos, vamos a descubrir que el otro necesita de mi apoyo, de mi atención, de mi cuidado, de compartirle lo que yo tengo”, apuntó.
Ante los integrantes del Cabildo de la Catedral de Puebla, el obispo auxiliar de Puebla expresó que, a pesar de que en el país y en Puebla, se presentan momentos complicados; es importante comenzar un cambio a partir de la conversión de cada ser humano.
“Este caminar que hoy iniciamos con el signo penitencial es, precisamente, poner atención en ese proyecto para que todos seamos hermanos, que nos invita, con más fuerza en estos tiempos, a vivir la caridad”, apuntó.
Desde finales del siglo II, los cristianos comenzaron a preparase a la Pascua anual con dos días de ayuno riguroso. Pero fue en el siglo IV cuando nació la Cuaresma, cuyo cómputo fue variando, hasta quedar en cuarenta días, recordando el tiempo en que Jesús oró y ayunó en el desierto.
mpl