Hace 7 años un hombre originario de Badiraguato, Sinaloa salió de México en busca del sueño americano pero lo que encontró fue una pesadilla. Cosme Núñez se fue de indocumentado a Estados Unidos y aunque de vez en cuando encontraba trabajos temporales con los que podía enviarles unos cuantos dólares a su esposa y tres hijos, su calidad de vida fue empeorando al grado de mendigar en las calles.
Los proyectos e ilusiones de Cosme se terminaron en un callejón del sur de Phoenix, Arizona, donde un policía de Estados Unidos le quitó la vida de varios disparos tras oponerse a ser detenido.
El 3 de enero por la mañana en la comandancia de la policía de Phoenix, recibió una llamada de parte de una mujer que solicitaba ayuda, ya que aparentemente una persona desconocida intentaba meterse a su patio en una casa ubicada en la calle South 36th Drive, cerca de 35th Avenue y Broadway Road, al sur de la ciudad.
Los agentes acudieron al callejón y encontraron a Cosme sentado junto a llantas y muebles abandonados. Al ver que llevaba consigo unas tijeras le ordenaron que las soltara. Cosme no hablaba el inglés por lo que aparentemente no entendió la instrucción e hizo caso omiso.
Ante lo que consideraron un acto de desobediencia, los agentes usaron las pistolas eléctricas TASER y Cosme aturdido corrió para librarse pero fue tiroteado en el acto.
Su esposa Briseyda Cárdenas Molina supo todo eso casi dos semanas después, cuando la ausencia de llamadas y mensajes se prolongó más de la cuenta y por desgracia la casera del lugar donde Cosme se quedaba le dijo que su esposo estaba muerto.
"Muy mal porque lo mataron injustamente porque el no estaba haciendo nada malo, el solamente estaba sentado, que me lo manden y que se haga justicia de lo que hicieron, que no se quede así, porque aparte de lo que hicieron si yo no hubiera buscado la manera de contactarlo nunca hubiéramos sabido de él", comentó.
Lo que más le duele a Briseyda es que en diciembre él le llamó y les dijo que no la estaba pasando bien por lo que pronto volvería a México para estar con su familia. Su cuerpo sigue en Estados Unidos pues la funeraria le cobra a la familia cerca de seis mil dólares para liberarlo, más los gastos de traslado, por lo que han tenido que pedir cooperación a los vecinos y conocidos.
Blanca Gómez, vecina de Cosme asegura que era una buena persona y considera que si puso resistencia al momento de la detención pudo haber sido por temor y por verse acorralado.
“Pues la verdad era muy buena persona, pero pues aquí no sé qué es lo que pasó con el gobierno de allá, lo que queremos nosotros es que se haga justicia por esto que hicieron con él, la verdad duele mucho”, reprochó.
Claudia Janet, prima hermana de Cosme, considera que los policías incurrieron en abuso de la fuerza porque le dieron varios disparos sin que hubiera necesidad de hacerlo.
"No fueron capaces de dispararle a la mano, a un pie, ¿Qué les podía hacer él con unas tijeras? No se contuvieron y de pilón le dieron el último balazo", comentó.
La familia y amigos de Cosme se unieron ante el llamado para exigir justicia pues consideran que si hubiera sido a la inversa y un norteamericano hubiera muerto en manos de un mexicano, el reclamo del país vecino ya hubiera sido contundente, mientras que en México se sienten abandonados.
LG