Tras dejar su casa, su trabajo, su familia y estabilidad en Honduras, su camino se convirtió en un penar: tuvo que arriesgar su vida para encontrar un poco de paz; sin embargo, el odio y la discriminación sigue presente, pero ahora en México.
Para Elvia, el andar ha sido difícil, pero el miedo y la fortaleza le da ese impulso para seguir este camino, que si bien para algunos es inútil y sin sentido, para ella fue la única opción para mantenerse a salvo, para seguir viva.
“Uno no quiere salir de su país, yo nunca en mi vida había salido; hay gente que cree que uno viene aquí a molestar. Yo tenía 35 años de vivir en mi casa, en mi casa tenía todo, mis cuartos, 35 años de vivir ahí y nadie quiere que lo saquen de su vivienda: nosotros no somos malas personas”.
La vida, añade, cambia de un momento a otro, como en su caso, de tenerlo todo, ahora sólo espera obtener una visa y llegar a Estados Unidos, pero por ahora ha encontrado un techo y alimento, en el Albergue para Migrantes “Hermanos en el Camino”, ubicado en la colonia Pilares, en Metepec.
“Usted tiene su casa y usted no va a querer que la saquen de su casa, pónganse una mano en el corazón por nosotros, no somos malas personas, yo no quería estar aquí, yo allá tenía trabajo, tenía todo, yo trabajaba en una maquila, costuras para militares y nosotros gracias a los militares nosotros quedamos con vida, yo se los agradezco”.
Después de subir al tren, el canino, afirma, ha estado lleno de caídas, que se deben librar, pues su vida, sus hijas, es lo que la mantiene de pie, buscando una mejor oportunidad, ese volver a comenzar.
“El primero de marzo nos sacaron de nuestras casas, dejamos casa, dejamos ropa, dejamos todo, gracias a Dios hemos encontrado gente buena. Muchas veces me tocó dormir en el tren y créanme no es fácil, no lo hice porque yo quiero, sino porque de la noche a la mañana a uno le cambia la vida”.
Al recordar este pesado andar, en el que ha pasado hambre, frío y miedo, ve en este albergue una pequeña luz, que la alienta, que le da esperanza para seguir con el sueño de llegar a Estados Unidos.
“Nunca he deseado el sueño americano, de repente lo que quise fue alejarme porque yo denuncié allá, denunciar a estas personas (integrantes de bandas delincuenciales) allá es como ponerse la soga al cuello, mi miedo hizo que yo me alejara lo más que pude”.
- Te recomendamos México presenta protocolo de atención para niños migrantes Política
Bajan donaciones por discursos de odio y xenófobos
Angélica Moreno López, una de los encargados del albergue “Hermanos en el Canino”, ubicado en Pilares, informó que las donaciones que recibían por parte de los ciudadanos disminuyeron ante el incremento en los mensajes de odio o discriminación por parte de autoridades estadounidenses.
Señaló que esta situación complica el funcionamiento de este espacio que atiende aproximadamente a 50 migrantes provenientes de Honduras, El Salvador y otros países de Centroamérica.
Entre los materiales que más se requieren están pañales desechables, toallas sanitarias, así como sopa, frijol, leche, cereales, así como alguna licuadora de uso rudo, verduras y frutas.
Actualmente este centro cuenta con el apoyo del Banco de Alimentos, así como de las donaciones de algunos vecinos.
Para mayores informes los interesados en ayudar a este centro, pueden acercarse a sus instalaciones ubicadas en Ignacio Comonfort, esquina Aldama, en Pilares.
LC