Familiares deben esperar 20 años o menos para volver a ver a quienes se fueron lejos, en busca del sueño americano, por una mejor calidad de vida, se ven obligados a abandonar la tierra que los vio nacer y hoy los recibe con los brazos abiertos para festejar las fiestas de fin de año, así se vive en la comunidad de Duarte.
Se nota que han llegado del otro lado, muestra de ello, las camionetas con placas en su mayoría de California, circulando por el camino estrecho que durante el resto del año luce desierto.
“Ahorita está llena mi casa de toda mi familia, me siento alegre porque los tengo ahorita aquí a todos, ya cuando se van me quedo triste otra vez” dijo la señora Valentina quien esperó a que pasara un año para volver a ver a sus tres hijos que actualmente viven en Estados Unidos.
Otros vienen por vez primera, ejemplo de ello, Esmeralda quien acompañó a su esposo a visitar a su familia, tuvo la oportunidad de probar la comida mexicana y ha quedado fascinada porque la gente ha sido muy cálida .
“Yo nunca había venido, es mi primera vez, me gusta el pueblo de mi esposo, llegamos el 16 de diciembre, hemos ido al Cristo Rey y también a León, me ha recibido con manos abiertas, nos vamos a los bailes ” dijo Esmeralda, esposa de migrante guanajuatense
Estar lejos duele, pesa, se añora la comida, la familia, los amigos, el lugar donde crecieron y construyeron recuerdos más de 1 millón de guanajuatenses que viven en el país del norte, son quienes lo dan todo con tal de vivir mejor, soportando el mal trato.