Alcanzar mejores oportunidades económicas, el aumento de la violencia en sus países de origen o la ilusión de la reunificación familiar; son algunos de los motivos que orillan a las niñas, niños y adolescentes suramericanos a migrar hacia los Estados Unidos.
Así lo señalan los responsables del albergue “La Sagrada Familia”, quienes de enero del 2018 a marzo del 2021 han dado ayuda humanitaria a mil 228 menores de edad que cruzaron el territorio tlaxcalteca con dirección a la frontera entre México y el país vecino.
Señalan que, los infantes y adolescentes están expuestos a diversos peligros durante su trayecto como son: accidentes, abuso sexual, trata de personas con fines de explotación laboral, secuestro, hambre, deportación; y de igual manera, la situación de la pandemia por el covid-19 ha sido un factor determinante para que abandonen sus estudios por la falta de acceso a herramientas digitales.
Los activistas refieren que pese a las reformas a la Ley de Migración y la Ley sobre refugiados, protección complementaria y asilo político, en favor de la niñez y la adolescencia migrante, que prohíben la detención de estos en situación de movilidad en estaciones migratorias, es necesario que los tres órdenes de gobierno garanticen el respeto de sus derechos humanos.
“Se ha generado crisis en la atención a esta población pues ante el incremento de operativos de detención de personas migrantes por parte del Instituto Nacional de Migración, las instancias gubernamentales no cuentan con la infraestructura, personal y capacitación para albergar y proteger a niños, niñas y adolescentes en las distintas entidades, creando una sobrepoblación en los albergues para menores”.
Por ello, La Sagrada Familia y demás organizaciones civiles les solicitan a las autoridades asumir su responsabilidad a través de la asignación de los recursos necesarios para contar con una infraestructura especial para la población migrante donde se creen vínculos, experiencias colectivas, redes de solidaridad y apoyo.
AFM