Con niños en brazos, bastones y hasta sillas de ruedas, miles de personas subieron hasta la Capilla del Sacromonte para celebrar el miércoles de Ceniza y dar inicio a la Cuaresma.
Aproximadamente un kilómetro de pendiente empedrada es lo que hay que subir para llegar hasta el templo, que data del siglo XVI y que año con año atrae a miles de feligreses, por su belleza, riqueza cultural y legado religioso.
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A unos metros de llegar al templo comienzan las filas de gente, pues seminaristas y sacerdotes se ubican en diversos puntos para colocar la cruz en la frente, que para los católicos es un signo de humildad que recuerda el origen y el fin, "fuiste hecho de polvo y en polvo te convertirás".
"Está muy hermoso, la subida es pesada pero vale la pena cuando uno está arriba, te ponen ceniza, escuchas misa y ves al Cristo Negro", aseguró Rodolfo Pimentel, visitante de la alcaldía Milpa Alta. La mayoría de los visitantes son adultos mayores, a quienes no los detienen sus malestares en las piernas o cansancio y logran subir.
"Nuestro cristo negro es bien milagroso, por eso subimos una vez al año a visitarlo y a enseñarles a nuestros hijos y nietos que no deben perderse nuestras tradiciones".
Desde la carretera México-Cuautla se pueden observar las filas de camiones y automóviles que arriban desde diversos puntos del país como Hidalgo, Michoacán, Morelos y Ciudad de México.
Para resguardar la seguridad de los visitantes, el alcalde, Miguel Ángel Salomón, explicó que se implementó un operativo, que contempla a los tres órdenes de gobierno. "Participan más de 100 elementos de seguridad pública, 16 de la Guardia Nacional, 70 se la Secretaria de Seguridad del Estado de México, Protección Civil y Bomberos, la Cruz Roja y otras instituciones para garantizar la estancia de los miles de visitantes".
Se espera que continúe la llegada de visitantes hasta el próximo 1 de marzo, ya que a la par inició el Carnaval de Amecameca 2020.
MMCF