En medio de la pandemia de la covid-19, 66.5 por ciento de las micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes) carecen de indicadores financieros y administrativos, situación que complica la posibilidad de dar una respuesta ante un reto y aumenta la posibilidad de su cierre.
De acuerdo con el análisis “¿Cómo las MIPYMES pueden enfrentar la inflación? Con base a reestructurar sus actividades”, realizado por Yesica Mayett Moreno, directora del Maestría en Gestión Estratégica Global de Empresas de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (Upaep), la mipymes representan 97 por ciento de las unidades económicas de la entidad; sin embargo, carecen de análisis sobre su funcionamiento y solo se preocupan en responder a la demanda de los clientes.
“Vimos que las mipymes sí tienen estas habilidades, pero desafortunadamente, 66.5 por ciento de ellas, no utiliza indicadores claves tanto financieros como administrativos. Esto es algo que preocupa porque, por la presencia que tiene en la economía, tener estas ausencias, las vuelve vulnerables”, destacó.
Ante el entorno actual en el que la inflación, en julio de 2022, se colocó en la ciudad de Puebla en una tasa anual de 7.11 por ciento, impacta de manera directa en los costos de la mipymies y ante la falta de indicadores, su capacidad de respuesta disminuye.
“Los costos es lo que más influye en la mipyme. Tanto la mipyme como como la gran y mediana empresa, se ven afectadas por los costos. Detrás de los costos hay más. Los costos son lo que miramos en la venta de nuestros productos, es decir, disminuyen los ingresos y si tenemos unos costos fijos, esto generalmente nos afecta”, explicó.
Durante la pandemia de la covid-19 que comenzó en marzo de 2022, las mipymes, en muchos casos, cambiaron de sector, con el objetivo de responder a las demandas de los clientes; sin embargo, aquellas tu no pudieron adaptarse, se vieron obligadas a cerrar o a cambiar de giro.
“Hubo un reacomodamiento de las mipymes y eso es bueno porque han buscado sobrevivir. LA flexibilidad les permite trasladarse de escenario. Si estaban como mipymes en el sector de la moda y del calzado, el sector más afectado, entonces, vieron oportunidades de incursionar en la distribución de alimentos o en la salud, en el tema de vivienda, en el tema del aseo, de la higiene que fue el sector que más creció”, explicó.
La mipyme que cuenta con la capacidad de ser flexible, tras la pandemia, conserva su misma magnitud y está respondiendo a las nuevas exigencias y necesidades de los clientes que se vieron afectados.
“Las empresas que sobreviven son las que se adaptan y claro que con la inflación se van a ver afectados los costos y se pondrá en riesgo a la empresa, pero en la experiencia, aquellas que tienen la capacidad de responder rápido. Esa flexibilidad tiene mucho que ver con la visión. El componente financiero es estratégico para sobrevivir. Para muchas mipymes, si pueden generar una fortaleza financiera podrán sobrevivir a las adversidades y librar la quiebra”, apuntó.
AFM