Es una Navidad atípica por la pandemia, pero los ciudadanos aprovechan el día de asueto de algunos y acuden a pasear a la playa Miramar en Ciudad Madero o a la laguna del Carpintero en Tampico.
La tradición de meterse al mar para conmemorar la Navidad no fue frenada por la pandemia, sino por el fuerte oleaje que prevalece en playa Miramar a causa del frente frío, así lo informó Aurelio Contreras Cantú, director de Protección Civil de Ciudad Madero.
Dio a conocer que en el máximo paseo turístico del sur de Tamaulipas solo está permitido el acceso para realizar recorridos en vehículos así cómo quienes deseen ingresar a la zona de arena podrán hacerlo pero sin ingresar al agua tras imperar la bandera negra.
Mencionó que desde la noche del 24 de diciembre se prohibió a los bañistas ingresar al mar ya que se presentó un fuerte oleaje por los cambios meteorológicos existentes, situación que prevalece hasta el momento lo que impidió que los maderenses participarán en la tradición de recibir la Navidad en las ahora frías aguas del Golfo de México.
Cocodrilos, el atractivo en Tampico
En la laguna del Carpintero, el atractivo principal del paseo, son los cocodrilos, que aprovechan el intenso sol de este día para posar y ser admirados por los paseantes, que se toman fotografías.
Las familias, algunas locales y otras foráneas, porque están en Tampico de visita, se toman selfies en donde el común denominador es el cubrebocas.
Ya en otro punto del parque, una familia acapara un par de bancas bajo la sombra de unas palmas, en donde aprovechan para comer la comida que recién compraron.
Los niños son los más sorprendidos al ver una hilera de cuatro cocodrilos con el hocico abierto, que se observan como si estuvieran congelados.
Más niños y adultos salen de las entre calles de las colonias Del Pueblo y Anáhuac, para poder estrenar los regalos de Santa Claus, como las bicis o patines.
EAS