El arzobispo de Puebla, Víctor Sánchez Espinosa, dedicó la misa que encabezó en la Basílica Catedral de la Angelópolis por el descanso eterno de los 53 migrantes que fallecieron en San Antonio Texas, Estados Unidos, luego de que fueron abandonados dentro de una caja de un tractocamión.
Después de que la noche del pasado lunes 27 de junio, un empleado de la ciudad de San Antonio escuchó una llamada de auxilio cerca de una carretera donde estaba trabajando y abrió la puerta trasera del tractocamión, unidad en la que encontró a migrantes muertos por asfixia, Sánchez Espinosa se unió a las familias de quienes perdieron a un ser querido o lo siguen buscando en medio del fenómeno migratorio.
De la unidad pesada que se localizó estacionada junto a las vías del tren en la zona habitacional de Southwest Side de la ciudad de San Antonio, Texas, a 235 kilómetros de la frontera sur norteamericana, los socorristas retiraron 46 cadáveres y 16 personas, incluidos cuatro niños, que fueron trasladados a hospitales cercanos. Posteriormente, la cifra de muertos aumentó a 53, entre ellos, 27 mexicanos.
Ante la tragedia, Sánchez Espinosa lamentó que el fenómeno migratorio en el Norte del continente americano se esté traduciendo en más dolor, sufrimiento y muertes de personas que salen de sus lugares de origen en busca de mejores oportunidades.
“Me uno al dolor de tantas familias que sufren la muerte de aquellos hermanos migrantes, muchos, la mayoría mexicanos que van en busca de oportunidades, que murieron en Texas”, expresó el arzobispo poblano.
En su momento, la Dimensión de Movilidad Humana de la arquidiócesis de Puebla lamentó la tragedia que se presentó en San Antonio, Texas, Estados Unidos, y llamó a la colaboración entre autoridades y sociedad para evitar que se repita un caso similar.
Tras darse a conocer los sucesos ocurridos la noche del 27 de junio, la arquidiócesis poblana que encabeza el arzobispo Víctor Sánchez Espinosa envió sus condolencias a todas las familias de quienes murieron.
“La Dimensión de Movilidad Humana de la Arquidiócesis de Puebla lamenta profundamente esta tragedia, se solidariza y envía sus condolencias a las familias de los fallecidos. Como Arquidiócesis reafirmamos nuestro compromiso de seguir protegiendo, acompañando e integrando a nuestros hermanos migrantes y hacemos un llamado para que las instituciones y la sociedad civil nos solidaricemos con nuestros hermanos migrantes”, destaca el documento.
En la carta enviada a la comunidad, la arquidiócesis manifestó su preocupación por las condiciones de pobreza y los diferentes factores que obligan a diferentes personas y hasta familias a dejar el lugar en el que radican en busca de mejores condiciones de vida.
“Nos preocupa mucho que las condiciones de pobreza y falta de oportunidades obliguen a muchos hermanos nuestros a dejar su familia y su tierra para buscar mejores condiciones de vida. Nos vemos también en la necesidad de seguir ayudando y asesorando a todos los migrantes para que no caigan en manos de personas sin escrúpulos y con fines de trata de personas que se aprovechen de su necesidad”, resaltó la arquidiócesis de Puebla.
CHM