El arzobispo de Puebla, Víctor Sánchez Espinosa, llamó a construir un ambiente de paz y a detener la violencia en el estado y en el país, fenómeno que se traduce en muertes de personas y en complicaciones para las familias.
Al mismo tiempo, el líder de la grey católica en Puebla expresó que la iglesia católica está comprometida con la defensa de la vida desde el momento de la concepción y hasta la muerte natural de las personas.
Sánchez Espinosa rechazó que se presenten abortos en la sociedad porque son muestra del desprecio a la vida y de la violencia, así como de una cultura del descarte que parece avanzar en los últimos años.
“¿Cuánto desprecio a la vida? El aborto, la inseguridad, la violencia ¿Cuántos y cuántos muertos? Cerca de 100 muertos cada día por la violencia en México”, lamentó.
Sánchez Espinosa resaltó la importancia de amar a la vida desde la concepción y pidió por la conversión de quienes ejercen la violencia o comenten acciones en contra de los demás integrantes de la sociedad.
Desde la Basílica Catedral de Puebla donde encabezó la misa dominical de este 30 de octubre, Sánchez Espinosa resaltó que la vida es breve, ante lo cual, se requieren mantener las acciones para cuidarla manteniendo una actitud responsable.
“¿Cuántos hermanos nuestros en este año se han ido? Iniciaron el año con nosotros y ya están con el Señor. Nuestra vida es breve, nuestra vida pasa pronto y, por muchos años, que el Señor nos conceda, debemos estar preparados. Esa es una actitud responsable”, destacó.
El arzobispo de Puebla resaltó que ante los problemas que se presentan en la actualidad, es fundamental que se generen lazos de apoyo para ayudar a quienes están enfrentando dificultades en diferentes ámbitos.
Sánchez Espinosa destacó que se llegó al domingo 31 de los 34 del tiempo ordinario, lo que sindica que el año litúrgico para la iglesia católica está por terminar para comenzar los preparativos para la Navidad.
Al mismo tiempo, el arzobispo de Puebla llamó a realizar cambios internos para que cada personas pueda mejorar y comience nuevos ciclos en busca de apoyar a las personas que le rodean en la sociedad.
“En tres domingos, en tres semanas cerraremos nuestro año litúrgico cristiano. Lo cerramos con la fiesta de Cristo Rey, es decir, este recorrido que hemos hecho y que llega con un momento culminante con la fiesta de Todos Santos y la fiesta de los Fieles Difuntos, culminará celebrando a Cristo. Cada domingo lo celebramos y el último domingo, en tres domingos, lo proclamamos nuestro Rey (…). Luego, a iniciar otro nuevo ciclo y ¿el Señor nos permitirá terminarlo? Ese es el ritmo por el que nos lleva la iglesia”, destacó.
CHM