El modelo educativo híbrido es ideal para la denominada nueva normalidad en las escuelas públicas y privadas ante la pandemia de la covid-19 porque ofrece múltiples oportunidades para dar continuidad a la enseñanza durante el próximo ciclo escolar que iniciará el 30 de agosto en más de 11 mil planteles.
En el punto anterior coincidieron los investigadores Mónica Monroy Kuhn, directora Académica de las Maestrías en Profesionalización Docente de la Facultad de Educación; así como Rodolfo Cruz Vadillo y Giovanni Chávez Melo, académicos de la Facultad de Educación de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (Upaep), para quienes en el nuevo curso será importante que los docentes estén al pendiente de los alumnos en tres dimensiones: continuidad del aprendizaje, acompañamiento emocional y seguimiento a que regresen a la escuela.
La pandemia obligó a los docentes a implementar el trabajo colectivo, a dialogar y a analizar y reflexionar sobre su contexto para desarrollar propuestas y estrategias en pro de la educación, explicó Monroy.
“En estos momentos hay más preguntas que respuestas, respecto al sistema híbrido, por los diversos contextos que se viven en el país, como lo puede ser el acceso a la tecnología o la infraestructura que cambia de una región a otra”, destacó la investigadora de la Upaep.
Giovanni Chávez Melo, especialista en investigación educativa, comentó que el modelo híbrido es un conjunto de propuestas que combinan modalidades ya probadas como lo son la presencial, el blended learning, el movie learning, dispositivos móviles y el e-learning.
“En la actualidad, hay una transformación en la práctica docente cotidiana que se refleja en tres puntos: el primero en la forma en que se imparte de clases para pasar de lo presencial a lo virtual; la adaptación de contenidos en ambas modalidades; y el tercero, el equipamiento y la infraestructura de los colegios”, destacó el especialista.
Durante la mesa de análisis virtual “Educación híbrida, retos y oportunidades”, organizada por la Upaep, Chávez Melo explicó que, dentro de las propuestas que se manejan para el modelo híbrido, destaca que una parte de los grupos de estudiantes estará en las instalaciones universitarias; mientras que la otra parte estará aprendiendo de manera síncrona a distancia; mientras que la otra opción es que unos días de la semana asistan determinados alumnos y los otros, el resto de los días.
Rodolfo Cruz Vadillo, investigador de la Facultad de Educación, argumentó que es un momento importante para el sector educativo, por lo mismo existe una gran oportunidad pedagógica y didáctica para transformar las estructuras.
“Bajo estas modalidades necesitamos ser más flexibles en las formas y los procesos en los que vamos a realizar este ejercicio de enseñanza-aprendizaje. En esta nueva modalidad una de las oportunidades que existen es el buscar la autonomía del estudiante en el sentido de que gestione su tiempo, su trabajo y sus decisiones siempre con el acompañamiento de su profesor”.
AFM