Durante una audiencia con el cardenal Marcello Semeraro, prefecto de la Congregación para la Causa de los Santos, el Papa Francisco, firmó un decreto en el que se beatificó a Moisés Lira Serafín (1893-1950), tras aprobar un milagro que se le atribuye.
Lira Serafín, nació en el municipio de Zacatlán, Puebla, el 16 de septiembre 1950, hace 10 años fue declarado venerable siervo de Dios; título que le atribuye a una persona fallecida a la que se le reconoce haber vivido las virtudes heroicamente.
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Después de recibir este reconocimiento una mujer originaria de Guanajuato, se acercó a quienes encabezan la causa de canonización para compartirles su historia. Explicó que tras la intersección del presbítero, su hija gravemente enferma se recuperó.
De acuerdo a su historia, la niña fue diagnosticada con hidropesía fetal no inmune, que es la acumulación extracelular de líquido en los tejidos y en las cavidades serosas. En el caso intervinieron dos especialistas del lugar de origen de la madre y de San Luis Potosí, sin encontrar cura.
Tras la intervención del ahora beato, su hija se recuperó y ahora tiene 19 años, aunque después del milagro dejaron de saber del padre, 9 años más tarde tuvieron noticias de la causa de Moisés Lira.
¿Cómo se beatifica a un sacerdote?
El término beato significa feliz o bienaventurado y proviene del latín beatus, se considera que esa persona está ya gozando del paraíso. Un proceso de beatificación puede llevarse a cabo de dos formas: si esa persona vivió las virtudes cristianas en grado heroico y si el fiel sufrió martirio por su fe.
Existen 3 etapas para ser beatificado, ser declarado venerable siervo de Dios, beato y finalmente santo. Para que ser beatificado, es necesario haber generado un milagro tras su intersección, y se nombra santo tras realizar un segundo milagro.
No es lo mismo que la canonización
Una vez, obtenido el título de beato, quienes llevan la causa de Moisés Lira Serafín buscarán su canonización, es decir, hacerlo santo que requerirá de la autorización del papa para que los fieles le rindan culto público y universal.
Del mismo modo, el pontífice firmó otros siete decretos relativos a ocho nuevos beatos y tres nuevos venerables.
CHM