Moteles y hoteles; ¿un lugar discreto y seguro para celebrar el Día del Amor?

San Valentín en tiempos de coronavirus, parejas acuden a hospedarse y pasar un día romántico o simplemente lleno de lujuria y pasión

Moteles (Foto/ARCHIVO)
Pachuca /

Carteles y lonas al exterior que afirma que las instalaciones son saneadas constantemente para acatar la contingencia sanitaria: “contamos con habitaciones que son sanitizadas constantemente”, “para este 14 de febrero tenemos promociones”, “desde 400 pesos la habitación”; frases que se reflejan en las gafas de un personaje, permanece anónimo, por el uso obligatorio de cubrebocas, careta y las demás medidas de salud para evitar el contagio de covid-19, después de dudar unos minutos ingresa.

En las calles se refleja que el tránsito no carece de movimiento, de vez en vez incluso un auto también se orilla para verificar estos anuncios, aquellos que cada Día de San Valentín resaltan en las paredes exteriores de los moteles y hoteles de Pachuca y de su zona metropolitana; hay más de 10 de estos comercios y ninguno carece de una forma de llamar la atención para que las personas acudan a hospedarse y pasar un día “romántico” o simplemente lleno de lujuria y pasión.

La persona que ingresó a uno de ellos tarda unos minutos, muy pocos automóviles salen del inmueble, mucho menos llegan para hacer uso de sus instalaciones, la afluencia es muy baja e incluso el sector hotelero del estado prevé que sólo 2 de cada 10 clientes potenciales harán uso de sus habitaciones para celebrar este día del amor y la amistad, cuando antes el flujo de usuarios se elevaba en estas fechas, razón por la cual se cobra por hora y no por día.

Tragos de cortesía, ambiente “romántico”, lo cual únicamente se traduce en una habitación saturada de color rojo, un “love seat” o “potro sexual”, algunos incluyen jacuzzi, tubo para “pole dancing”, y algunas ofertas como chocolates de cortesía; bebidas para iniciar la noche, tarde o mañana, pues para el romance no hay horarios, forman parte de la estrategia para convencer a los posibles clientes, pero poco se proyecta que funciona bajo estas condiciones de salud.

Una situación curiosa es que al cotejar las promociones que tienen diversos moteles en la capital del estado, y de sus municipios aledaños, es el anonimato, ofrecen “un lugar discreto y seguro para celebrar”, entre todas las variables que existen en cada uno de estos establecimientos, todos coinciden en la secrecía del cliente; ¿habrá algo que ocultar?

Pasan minutos y el hombre sale, acomodándose su cubreboca; nunca se ve su rostro, pero sus ojos reflejan que encontró el sitio para poder pasar un 14 de febrero llenó de pasión y alegría. Avanza unos metros y sube a su automóvil para abandonar el sitio. No se queda, no va acompañado por nadie, por supuesto aún no es el día, pero ya tiene un plan perfecto para una cita “romántica”.

Los moteles de paso, no sólo en Pachuca sino en todo el país, tienen la fama de que son utilizados para sostener relaciones sexuales y sólo eso, a veces con una pareja, a veces con más de una, depende del gusto del cliente, pues en estos espacios no juzgan, aunque sí mantienen reglas para la permanencia de cierto número de personas o se eleva el costo, por aquellos que buscan hacer sólo una fiesta masiva entre amigos y amigas; sin embargo, quienes son clientes frecuentes de estos espacios son las llamadas “sexoservidoras”, mujeres que se dedican de lleno a la prostitución, un servicio tan viejo como el comercio mismo, pues las necesidades humanas no sólo son comer y dormir.

Incluso ellas se mantienen con sus sombrillas a un costado de la carretera, algunas tienen fama y son recomendadas por el personal de los comercios aledaños como gasolineras o tiendas; incluso ellas saben de los moteles que son saneados constantemente y que cuentan con las medidas sanitarias, todo en constante anonimato, para quienes usan careta o gafas, el cubreboca ha sido un aliado para ocultar las actividades que muchas veces son mal vistas en la sociedad, pero eso no impide que visiten algún sitio para celebrar este 14 de febrero, sin importar la contingencia, pues para la pasión no hay limitantes y en eso se puede olvidar la sana distancia. 

  • Teodoro Santos

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