Diversos motoclubes respaldan que el Cabildo del Ayuntamiento de Puebla aprobara un dictamen para reformar al capítulo 10 del Código Reglamentario Municipal (Coremun) y con ello las reglas para conducir y viajar en motocicletas, pero piden que los integren en mesas de trabajo y análisis antes de que estas nuevas obligaciones entren en funciones —aproximadamente en mes y medio cuando sean publicadas en el Periódico Oficial del Estado —, ya que existen otros temas que se requiere atender.
David Silva Aguilar, integrante del club “Los Malamutes”, pidió que se regule el empleo de menores de edad como repartidores “ya que ocupan a gente improvisada, a la que no preparan para andar en motocicleta y quienes por las prisas de entregar el producto han pasado serios accidentes”.
Asimismo, manifestó su inconformidad porque en las revisiones al momento de sancionar a quien carece de algún documento se cometan arbitrariedades, “en ese maridaje que ha existido siempre entre las grúas y la Dirección de Tránsito o a quien corresponda el (costo del) arrastre, porque es excesivo (…) que la autoridad regularice las tarifas”.
A manera de ejemplo, David de Ávila, quien se definió como un motociclista independiente, solicitó que apliquen costos menores por el arrastre de una grúa en un retén, ya que les cobran igual que a un automotor, 900 pesos, pero en una unidad de remolque se llevan hasta 10 motos. “Deberían aplicar una parte proporcional”.
Por su parte, Fulgencio Salazar Piñán, presidente de MotoClubs Unidos de Puebla, manifestó su descontento porque en los retenes y demás dispositivos de seguridad para la revisión de motocicletas no participe “ninguna patrulla motorizada” y se omita la presencia de elementos que emplean este medio de transporte, quienes sí tienen conocimiento del equipo e implementos de seguridad, por lo que sufren arbitrariedades.
“Por falta de conocimiento o criterio nos rechazan los aditamentos, a pesar de que les explicamos que traemos botas, guantes, chaleco”.
Apuntó que de establecerse la norma de la portación de cascos reglamentarios y certificados, puede ocurrir que “por gente improvisada vayan a empezar a aplicarnos infracciones injustificadas”.
En tanto, Javier Orozco, miembro de Moto Club Steel Toys, dijo que también han peleado porque no sean arbitrarias las revisiones o que te paren sin justificación. “Uno lleva el atuendo de motociclista y los uniformados te empiezan a difamar, que eres delincuente (...) lo que pedimos es respeto”.
De igual forma, resaltó el que ya les vayan a asignar espacios para estacionamiento en el Centro Histórico, lo que aclaró lograron por las gestiones que realizaron.
Contó que su demanda está fundada en el hecho de que en los estacionamientos privados no les permiten ingresar, “ya que no se hacen responsables. Cada estacionamiento debe tener un seguro y éste carece de cobertura (para motocicletas)”.
Otra de sus demandas, agregó, es la existencia de vallas de seguridad para el motociclista. “No las hay aquí en Puebla. En (la Ciudad de) México, el reglamento para motociclistas señala que pueden meterse entre carriles siempre y cuando el tráfico esté parado para llegar a la valla de seguridad, que está al frente, y tener un espacio considerable para poder ir avanzando; sin embargo, en Puebla no existe esa cultura”.
David Silva estimó que en el estado hay un promedio de 90 mil motociclistas y hasta 70 clubes, de los cuales, reconoció que hay algunos que se dedican a delinquir, “pero no llegan ni al uno por ciento. Son maleantes que se aprovechan de esta gran movilidad que tiene este tipo de vehículos para cometer asaltos y robos”.
Por lo que solicitó a las autoridades que obligue a las tiendas departamentales a expender las unidades ya con placas, lo que permitirá tener un censo real de motociclistas en la entidad y un freno a la delincuencia.
Mientras que Alberto Montero, vicepresidente del club Mc Black and White, propuso que a los adolescentes interesados en operar una moto les deben de dar capacitación y un examen previo, “porque a ningún motociclista que tiene una licencia le hacen un examen que demuestre que está apto para manejar y lo mismo ocurre con los automovilistas, solo les hacen un examen en la computadora y eso no sirve”.
Todos elogiaron las cualidades de movilidad de este automotor, al que califican como el medio de transporte del futuro, ya que además de facilitar el desplazamiento, no daña el pavimento, entre otros beneficios.
Fulgencio Salazar lamentó que vean a los caballos de acero como un problema y no como una solución, “las ciudades están creciendo hay mucho más carros, hay compañeros que usan un carro y solo va una persona (…) en cambio con una moto es menos espacio, menos contaminación y más económico”.
MITM