La tarde de este lunes 25 de noviembre se dio a conocer el fallecimiento de Fernando Fernández Font, quien deja un legado como sacerdote jesuita y académico en varios estados de la República Mexicana.
La Universidad Iberoamericana de Puebla, puntualizó que el ex rector Fernández Font será ampliamente recordado por su carácter optimista, inquisitivo y su compromiso con la vida, la naturaleza y el Evangelio, dedicó su vida a la formación educativa y espiritual de diversas comunidades.
- Te recomendamos Muere Myra Milanszenko, mamá de Erik Rubín; "No me pararé al lado de tus cenizas a llorar" Famosos
Fue un ferviente creyente en Jesucristo y en el mensaje de amor, igualdad y justicia que inspira el Reino de Dios. Su misión siempre estuvo enfocada en colaborar con la implantación de estos valores en las instituciones que lideró.
Posteriormente, asumió su primer cargo como rector en el Instituto Lux, una institución educativa en León, Guanajuato. Su liderazgo lo llevó a nuevos retos, siendo invitado a desempeñarse como rector de la Universidad Iberoamericana de Puebla, cargo que ocupó con excelencia y un profundo compromiso social.
Tras su primer periodo en la Ibero Puebla, Fernández Font fue llamado por el Provincial de los Jesuitas para desempeñarse como asistente del sector educativo de la provincia, una posición desde la cual trabajó en la supervisión y orientación de varias instituciones educativas jesuitas.
En 2013, regresó a la Ibero Puebla para encabezar nuevamente su rectoría durante seis años. En esta etapa, fortaleció los valores sociales y ecológicos en la comunidad universitaria, convirtiendo la institución en un referente académico y humano. En 2020, asumió la rectoría del Instituto Cultural Tampico (ICT), desde donde continuó promoviendo la formación integral de los estudiantes.
¿Cuál es el legado de Fernando Fernández Font?
La vida de Fernando Fernández Font estuvo marcada por su amor por la naturaleza y su pasión por el deporte, pero, sobre todo, será recordado como un hombre cuya fe y acciones transformaron a las comunidades que tocó. Su legado vive en cada institución que lideró, en sus alumnos y en todos aquellos que encontraron en él una guía espiritual y ética.
La comunidad académica, religiosa y social lamentó profundamente su pérdida y le dedicó el siguiente mensaje:
"Hoy nos despedimos de ti con el espíritu removido y la mente llena de amorosos recuerdos. Durante nueve años divididos en dos períodos, asumiste la encomienda de la Compañía de Jesús de llevar a Puebla y el Centro-Sur de nuestro país una educación de excelencia y socialmente pertinente".
CHM