Doña Bacilia tiene 74 años y vive en sector vulnerable a las bajas temperaturas

Relata que cuando hace frío su vecina la apoya a tapar las rendijas por las que se cuela el aire frío.

Adultos mayores viven en zonas vulnerables. | Yazmín Sánchez
Jesús Alberto García
Tampico /

A un costado del acceso al Libramiento de Tampico, en un sector que no está regularizado, vive Bacilia Torres, mujer de 74 años que acaba de recibir una noticia que la puso más triste de lo normal: a su hijo que vive en Matamoros le dio un infarto.

Mientras habla por teléfono su rostro ya demuestra dolor, ya que le dieron la noticia de que su hijo está hospitalizado. Está sobre el marco de la puerta de una casa de madera reforzada con conglomerado y techo de lámina, con muchos resquicios por dónde se filtra el aire.

En el sitio donde vive se llama Francisco Villa, no existe escrituración y muchas de las familias que se quedaron se relacionan a la Mano con Mano, uno de los sectores recordados por la fuerza en que fueron desalojados hace más de una década.

No está muy enterada de los cambios drásticos de clima esperados para el próximo fin de semana, para la Nochebuena, pero relata que cuando hace frío su vecina la apoya a tapar las rendijas por las que se cuela el aire frío, además de abrigarse con cobijas al interior de la pequeña vivienda.

Es una temporada que pone a todos sensibles y Bacilia recuerda que de vez en cuando su hijo menor va a la casa y le deja un poco de mandado para que la pase por algunos días.

Pero ella no se confía, aunque con su edad poco puede hacer, así que cuando le regalan ropa ella opta por salir a venderla y ganarse algunas monedas que le sirven para adquirir alimento o algún otro insumo.

No es muy seguido cuando acude a vender, lo hace cada semana y con eso trata de salir adelante, aunque hoy el trabajo parece quedar un poco de lado, ya que quiere viajar a Matamoros para poder viajar a su hijo hospitalizado.

Una pequeña estufa que tiene encima ollas despintadas son acomodadas por la mujer de la tercera edad, que aprovecha a colgar algunos sartenes en la pared de madera que forman su casa, a la cual entran rayos solares por los resquicios.

No es el único caso de una persona que habita una vivienda con vulnerabilidad a los cambios drásticos de temperatura, hay cientos en la ciudad, miles a decir de la autoridad municipal, así que para dicho sector poblacional se requieren beneficios que puedan dar acceso a vivienda digna.

ICGC

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