En el Ejército lo que rige es la jerarquía, no el género: Cristal Rodríguez, Sargento lagunera

Así como Cristal, la historia de las mujeres en el Ejército comienza a escribirse y se están abriendo paso, escalando puestos y logrando llegar a los más altos mandos.

ristal Mayela Rodríguez Barajas es Sargento Primero Auxiliar | Cortesía
Sofía Guevara
Torreón, Coahuila /

A la Sargento Cristal su papá desde pequeña le inculcó que ella podría hacer lo mismo o hasta más que un hombre; que ser mujer no significaba ser menos capaz o valiente que un varón. Con esa filosofía como rectora, hoy Cristal Mayela Rodríguez Barajas es Sargento Primero Auxiliar con especialidad en fotografía.

En contraste con otros elementos, el sueño de Cristal no siempre fue pertenecer a las Fuerzas Armadas. De hecho, ella no tenía idea de que las adversidades la harían enlistarse al Ejército.

Con una personalidad analítica, crítica, reflexiva y a la vez espontánea, su vocación son los medios de comunicación, y la lagunera originaria de Torreón, Coahuila logró empatar su pasión en la Secretaría de Defensa Nacional.

Egresada de la licenciatura de Comunicación de la Universidad Autónoma de Coahuila, trabajó en los periódicos más importantes de la región, sin embargo, durante el sexenio del ex presidente Felipe Calderón, una colega le comentó que el Ejército abrió diferentes vacantes y estaba contratando licenciadas en comunicación, lo que atrajo la atención de Cristal, pero no fue hasta años después que logró enlistarse.

Requisitos, pruebas y el reloj encima

Se propuso obtener todos los requisitos contra reloj: tener un título universitario, cédula profesional y aprobar los exámenes psicológicos, culturales, médicos y físicos. Para unirse a las filas, existe un rango de edad y de índice de masa corporal mínimo y máximo que tanto hombres como mujeres deben cumplir.

“Era mi último año para entrar a las Fuerzas Armadas porque la edad límite para ingresar son 29 años con 11 meses por la cuestión de cuando uno se retira. Sí se puede después pero hay más factores a considerar, sobre todo en ciertas licenciaturas”, explicó la Sargento.

Existen muchas personas que por diferentes motivos, ya sean biológicos, fisiológicos, hormonales, se les dificulta bajar de peso, y este fue uno de los principales desafíos de Rodríguez, pero con perseverancia, decisión, firmeza y constancia venció la báscula. Así, tras cursos y pasar las pruebas que aplica el Ejército y con el aspecto requerido, Cristal se convirtió en soldado y logró ser Vocera Auxiliar de la Cuarta Región, en Nuevo León, cuya función era ayudar a los Voceros Titulares y dar asesoría en el área de comunicación.

“Como periodista mi misión era ayudar a la sociedad a mejorar y ahora en el Ejército Mexicano lo hago desde otra trinchera, dando a conocer las diferentes actividades que realizan las Fuerzas Armadas en beneficio de la población, fortaleciendo la identidad de la Institución y fomentando los valores que rigen al Ejército”

"Existen las mismas oportunidades para hombres y mujeres"

Cristal decidió unir filas por las prestaciones laborales y la seguridad social que las Fuerzas Armadas brindan a ella y a su familia, y ya en servicio descubrió otras oportunidades como el Sistema Educativo Militar.

“Hay personas que por ser de escasos recursos no tenían opciones educativas, y gracias al Sistema Educativo Militar han podido sacar adelante a su familia con un trabajo digno, que ayuda a los demás. A lo mejor éstas personas de no haber ingresado al Ejército, tendrían una situación económica diferente”.

Sin dejar a lado su profesión de comunicóloga, ahora busca que la población en general sepa que pueden ingresar y desempeñarse en diferentes ámbitos de la Sedena.

“No creas que sólo es andar en la calle. También hay actividades en oficina, hospitales, brigadas de rescate, aplicación de Plan DN-III. Sepan que existen las mismas oportunidades para hombres y mujeres”.

¿Qué es el Plan DN-III?

El DN-III es el Plan de Auxilio a la Población Civil en Casos de Desastre y se ha utilizado en múltiples ocasiones: inundaciones, sismos o por ejemplo en Coahuila, en el derrumbe de la mina El Pinabete, Sabinas, activaron este protocolo.

Con 8 años de trayectoria en el Ejército y escalando de Soldado hasta convertirse en Sargento Primero, ha presenciado numerosas historias de resiliencia y superación.

“Aquí se da la oportunidad para que las mujeres puedan participar en diferentes actividades o misiones, para que ocupen distintos mandos y para ir ascendiendo. No importa si eres hombre o mujer para que mandes”.

Una vez al mando, no se cuestiona la autoridad; lo que rige es la jerarquía

Lo anterior, aclara Rodríguez, dentro de un marco de legalidad en donde existen jerarquías y en donde una vez al mando, no se cuestiona la autoridad, pues los títulos se obtienen a través de exámenes y pruebas que avalan el rango.

“Las pruebas que todos presentamos demuestran que tenemos la habilidad física, cultural, emocional y psicológica para tener el mando. Tiene el mando quien así se lo va ganando y lo demuestra. Lo mismo puedo ordenarle yo a hombres y a mujeres, que un hombre, porque lo que rige es la jerarquía.”

Así como la sociedad, el Ejército se ha ido abriendo paso y rompiendo con convencionalismos sociales. Ahora es más fácil o común que las mujeres salgan de casa de sus padres a buscar oportunidades laborales y educativas sin contraer matrimonio, pero antes era mal visto.

Transformación de Fuerzas Armas en cuestión de perspectiva de género

Cristal recuerda el caso de una enfermera cuyo sueño era pertenecer a la Escuela Militar de Enfermeras, hoy Escuela Militar de Enfermería por la cuestión de género.

“Ella se fue de su casa en Veracruz y se fue a la Ciudad de México para aprovechar esa oportunidad que deseaba bastante. Ingresó a la Escuela de Enfermería y el primer paso era cortarse el cabello. Acabó su carrera y la primera vez que la vio su familia con el pelo cortito, fue de mucho impacto”. 

Hoy ese tipo de normas ya no están vigentes y ya hay muchas más mujeres en el Ejército.

Más que reto, la mayor satisfacción de Cristal es el adiestramiento, el acondicionamiento físico y demostrarse a sí misma que puede desarrollar muchas habilidades y tener el mando de tropas.

“Hay mujeres dentro del Ejército que forman parte de las más altas jerarquías. Hasta la última actualización de la Secretaría de Defensa Nacional, hay seis mujeres Generales. Nosotras podemos estar en cualquiera de los diferentes niveles de mandos que existen, sin importar el género”.

En las Fuerzas Armadas hay maestras, médicos, contadores, mujeres pilotos y en misiones. Así como Cristal, la historia de las mujeres en el Ejército comienza a escribirse y ellas se están abriendo paso, escalando puestos y logrando llegar a los más altos mandos.

La maternidad y el Ejército Militar

Al igual que un empleo civil formal, la Secretaría de Defensa Nacional se apega a LFT otorgando licencias de maternidad y lactancia con el fin de que la mujer y su hijo o hija se desarrolle en un marco de seguridad. 

También existe el Cendi de la Sedena, que es el Centro de Desarrollo Infantil que proporciona educación y asistencia a los menores, hijos de madres militares en servicio activo

Puedes consultar las vacantes que oferta Sedena en: https://www.gob.mx/sedena/acciones-y-programas/reclutamiento

Sgg.

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