Una mujer de la tercera edad recorre todos los días las colonias de Ciudad Madero para cargar cientos de kilos de cartón y aluminio con el apoyo de un “diablito” para poder pagar la secundaria de su hija y el alimento diario.
La señora Isabel a veces solo saca para comprar tortillas, pero pese a ello, tienen que salir a las calles sin importar las condiciones climáticas, porque de esto depende subsistir junto a su hija, que es la única familia que tiene.
“Ya ni frío me da, salgo con este suéter porque no es para tenerlo guardado, pero de tantas veces que salgo aun con lluvia, no me importa si hay mal tiempo, como quiera tenemos que comer, yo estoy pagando la escuela de mi hija, me cobran 800 pesos de renta al mes, más los servicios, no puedo ponerme a descansar”.
Reside en la colonia Las Flores en Ciudad Madero y se le puede ver por la avenida Monterrey con grandes cantidades de cartón, que arrastra con su frágil cuerpo.
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A veces usa tenis, pero otros días se le ve en chanclas o hasta descalza, porque de tanto caminar, las suelas se le rompen. Pero ni todo el dolor en los pies la ha hecho pensar en abandonar su oficio.
Considera lamentable que en los últimos años ha venido en disminución el pago por los materiales que llevan, especialmente el cartón que es lo que más junta, porque ese se lo pagan a .50 centavos por cada kilo.
Solo en algunas ocasiones, cuando la gente la ve cargando con grandes cantidades de material de reciclaje, es cuando le invitan una botella de agua o le dan una moneda, pero fuera de eso, todo lo consigue con el sudor de su frente.
La señora Isabel ya perdió la noción del tiempo, como viene de una familia humilde, en donde nunca celebraron su cumpleaños, no recuerda cuántos años tiene y mucho menos en qué fecha. Por ahora lo único que piensa es en sacar adelante a su hija.
EAS