Mujeres agricultoras padecen sequía y exceso de lluvias en Hidalgo

Dos campesinas hidalguenses hablan de la problemática que están padeciendo en sus cultivos tanto por la falta de agua como por la caída de granizo

Campesina de Hidalgo. (Francisco Villeda)
Elizabeth Hernández
Pachuca /

Claudia Hernández Ángeles es cocinera tradicional y vive en Santiago de Anaya. Todos los días se levanta antes de que salga el sol para desayunar con un café y pan artesanal, para después salir al campo a cosechar frijol y maíz.

Desde la semana pasada, solo ha llovido dos días, "¡que Dios nos mande el agua", reza mientras deshierba su tierra, misma en la que siembra y cosecha una vez al año, y que, desde el año pasado se mantienen secas.


"Si llueve cosechamos porque la falta de lluvia nos afecta mucho porque, cómo vamos a sembrar si no hay agua. No tenemos sistema de riego y la tierra necesita mucha agua, pero así es esto del campesino, si Dios nos da agua, podemos sembrar y hay cosecha.

"Se siembra cada año, qué bueno que pudiéramos sembrar dos o tres veces al año; y si empieza a llover, sembraremos en los próximos meses", explica con cierto tono de angustia.

A principios de este mes, organizaciones agrícolas y campesinas manifestaron su preocupación por la sequía que enfrenta Hidalgo, sobre todo en zonas del Altiplano, la Sierra, Valle del Mezquital, la Huasteca y la región de Tulancingo, esto respaldado por el Monitor de Sequía de México de la Comisión Nacional del Agua del estado que reveló lo siguiente:

"Hidalgo cuenta con 44 municipios con sequía severa, 18 con sequía moderada y 19 anormalmente secos para un total de 81 municipios", siendo que el reporte no se registra municipios en sequía extrema ni excepcional.

A pesar de que la dependencia federal estimó que se presenta un 20 por ciento menos de lluvia en Hidalgo, respecto a la media nacional en abril y mayo, se espera en junio un 20 por ciento más de lluvias.

Aunque esta situación la vive Claudia en Santiago de Anaya, en Ixmiquilpan el exceso de lluvia y la caída de granizo hizo mella en la producción agrícola de Araceli Pérez Hernández. "Después de una fuerte sequía, hace dos semanas tuvimos tormentas fuertes y cayó granizo. Habíamos sembrado acelga, 26 kilos de semilla, y se terminó, así también la manzanilla.

"También teníamos cilantro y se quemó, como si le hubiéramos echado agua hervida como que se disolvió, pero por el exceso de agua", narra la mujer quien, afortunadamente es parte de la fuerza laboral del balneario Dios Padre, "y gracias a eso tengo ingresos fijos".

Falta de apoyo a pequeños productores

Ambas mujeres indican que los apoyos de la Secretaría de Desarrollo Agrario (Sedagro) en el estado no llegan, debido a que solo se contemplan a las y los campesinos que cuentan con más de cinco hectáreas de siembra, "porque si no, no recibimos el apoyo", explica Araceli.

La misma situación vive Claudia, quien señala que muchas veces el apoyo llega después de que ya no se puede salvar el cultivo, por lo que solo piden que caiga agua de forma funcional y necesaria para el campo.

Araceli platica que, además de las afectaciones que ha tenido en sus tierras de campo, los intermediarios son otro problema, ya que les compran a un precio bajo y después revenden el producto obteniendo ganancias mayores, sin padecer el sol, la lluvia y el cansancio.

"Hace dos semanas salimos temprano, mi esposo y yo, para cultivar y salir a las 16:00 horas a vender el cilantro que más a o menos vale el manejo a 20 pesos, pero nos los compran a 8 o 10 pesos, después lo venden estos coyotes a 20 pesos.

"Así nos pasó con la yerbabuena que se salvó de la lluvia, la vendimos a 10 pesos con tal de que no nos quedemos con el producto, y ellos la dieron a 20 pesos el manojo, y pues sí es injusto porque ellos no cultivan, no abonan, no producen y les va de maravilla", dice.

Es así como Claudia pide que estos meses llueva, mientras sigue preparando su cultivo; Araceli ruega que no caiga más agua, mucho menos granizo y espera rescatar la yerbabuena que aún sobrevive.

No creen en los candidatos que en estos momentos ofrecen apoyo a las y los campesinos, "porque siempre son promesas y no las llevan a cabo", y solo pueden confiar en el clima, en Dios y la esperanza porque este año sea mejor que el pasado.

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