Alrededor de 70 por ciento de los municipios en Puebla desconocen lo que sucede en la parte subterránea porque falta el desarrollo de estudios de ordenamiento territorial y actualización de atlas de riesgos.
Jerónimo Chavarría Hernández, investigador en Ciencias en Edafología del Instituto de Investigaciones en Medio Ambiente Xabier Gorostiaga (IIMA) de la Universidad Iberoamericana Puebla, explicó que, en general, en todo el país, falta un mayor conocimiento de los comportamientos y composición de los suelos.
“En Puebla, en esta parte central de la República Mexicana, estamos asentados sobre materiales de origen volcánico. En zonas como la Ciudad de México se presentan hundimientos, pero las condiciones del subsuelo en Puebla son completamente diferentes. Tenemos que estudiar y analizar los fenómenos que se presentan en los suelos”, apuntó.
Ante el socavón que supera los 100 metros de diámetro en los terrenos de cultivo de Santa María Zacatepec, comunidad del municipio de Juan C. Bonilla, en el estado de Puebla, el investigador resaltó que existe una deuda pendiente en materia de análisis de subsuelos.
Señaló que estudios sobre los subsuelos permitirían que se desarrollen actividades de urbanización y económicas con una mayor seguridad para todos los sectores y se alcanzarían mejores resultados a corto, mediano y largo plazo.
“Hay 217 municipios en el estado de Puebla, pero sin exagerar, menos de 30 por ciento tienen atlas de riesgo y documentos sobre ordenamiento territorial, una situación. Estos tipos de estudio permitirían ubicar un poco mejor las actividades que se desarrollan; incluso, se podría desarrollar un mayor potencial de las actividades si estuvieran en lugares mucho más convenientes”, destacó el especialista.
En entrevista para MILENIO Puebla, Chavarría Hernández comentó que junto a los estudios de riesgo que son los que se generan a nivel municipal, se tendría que empezar a desarrollar mapas de la composición de los subsuelos.
“Estoy enfocado en la parte de ordenamientos territoriales. Me parece que por los municipios se tendría que empezar por desarrollar más estudios. Se tienen que analizar los riesgos y tomar decisiones.
Una vez que se conoce la composición de los suelos, los proyectos se podrían con mayor certeza sin el temor de que se pueda presentar alguna complicación en un futuro cercano, pese a que se aprecie un terreno plano.
El especialista que forma parte del Instituto de Investigaciones en Medio Ambiente Xabier Gorostiaga (IIMA) de la Ibero Puebla señaló que ya existe la tecnología para conocer lo que sucede en los suelos, ante lo cual, es necesario aplicarla para conocer los comportamientos de los terrenos ante los mantos freáticos y ante la posibilidad de sismos.
“Faltan estudios de los suelos. Es importante generar análisis de este tipo para tener certeza de los proyectos que se realicen. Lo que vemos en los terrenos es la parte superficial, pero desconocemos la parte subterránea, una parte importante de estudiar y que nos dará mucha información sobre comportamientos futuros”, destacó.
AFM