El Museo Viviente es una de las experiencias diferentes que se pueden vivir en Puebla, ya que es un espacio donde todos los sentidos entran en contacto con la naturaleza, además de que se aprende y concientiza sobre el medio ambiente.
En este espacio se podrá conocer sobre 70 especies diferentes, como reptiles, insectos, tortugas, aves y serpientes, pero a diferencia de un zoológico, aquí explicarán la historia de cada uno de estos animales.
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Lo anterior dividido en tres áreas temáticas: el nocturnario, el serpentario y el insectario.
¿Cuáles son las diferentes especies que se pueden encontrar en este museo?
En el nocturnario, los visitantes podrán explorar el comportamiento y vida nocturna de diversas especies; mientras que en el serpentario, los asistentes se encontrarán cara a cara con algunas de las serpientes más representativas de la especie. Por otro lado, el insectario ofrecerá una visión detallada e innovadora de conocer a los insectos, que van desde las mariposas hasta escarabajos.
El espacio está acondicionado para todo tipo de público, pero en específico para que los niños aprendan y desde muy chicos puedan tener un contacto con la naturaleza y las especies que se pueden apreciar en el inmueble.
Desde la entrada, los asistentes son recibidos por tortugas y, hasta, una anaconda que es la serpiente que puede llegar a ser la más larga y pesada del mundo, pero también hay otra clase de reptiles como las iguanas.
Para los fanáticos de las aves, en el museo se encuentra un pequeño aviario donde se podrán apreciar ejemplares de tucanes, loros y hasta guacamayas, mismos que podrán ser alimentar, siempre bajo la supervisión de un guía.
Dentro del inmueble hay una sección donde se puede convivir con algún tipo de serpientes, siempre y cuando se cumpla con todos los protocolos y se obedezca al guía.
¿Qué ofrece el museo?
Como todos los museos, ofrece su parte histórica y hay una sección en la que se da cuenta la evolución de estas especies, sin embargo, jamás deja de ser interactivo, pues se encuentran una serie de pieles y cuerpos disecados que se pueden tocar con la finalidad de darle mejor entendimiento de los pequeños.
También se cuenta con una zona de juegos para que los pequeños demuestren todo lo que aprendieron durante el recorrido y, a pesar de que pareciera que está dirigido exclusivamente para las infancias, cualquiera podrá demostrar sus conocimientos al salir del museo.
En entrevista con la directora del Museo Viviente, Katy Garzón, comentó que el objetivo es ayudar a la conservación, pero desde el conocimiento, ya que en ocasiones no estamos conscientes de cómo se debe tratar a estas especies.
También dijo que se busca quitar los prejuicios sobre algunas especies, puesto que en muchas ocasiones se tiene una idea errónea de algunos animales como lo son las serpientes, por eso se permite la convivencia y se explica sobre su hábitat natural.
Además de las salas de exhibición, el Museo Viviente cuenta con un auditorio con capacidad para 50 personas, donde se llevan a cabo pláticas educativas.
AAC