El gimnasio La mutualista en Guadalajara o como ya se le conoce “la mutua gym”, llegó este año a su 120 aniversario, la fecha en la que los cientos de sus socios celebran es el último fin de semana de septiembre según describe Javier Basulto Murillo uno de los encargados del gimnasio.
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Al margen de las efemérides, los fines de semana la efervescencia festiva siempre está presente. Los sábados y domingos son los días más frenéticos en “la mutua”. Aquí se conversa, se arregla el mundo, se les corrige la tarea a los políticos en turno y se hacen negocios.
El murmullo sigue siendo tan festivo como el mismo que habitaba en los baños en tiempos de Séneca y que el pensador describe en las Cartas a Lucilio (Carta 56): “Ningún ruido puede impedir al sabio estudiar. Así me muera, si el silencio es tan necesario como parece al hombre retirado con sus estudios. Veme aquí envuelto de un griterío abigarrado: hábito encima de unos baños. Figúrate entonces todas las clases de gritos que pueden repugnar a los oídos: cuando los atletas más fuertes hacen ejercicios bracean con las manos cargadas de plomo… etc”, en estos tiempos se tendría que añadir la música noventera y ochentera, reggetón y etc que emana de las televisiones y bocinas que hay en diversas áreas del gimnasio.
De los vestidores, regaderas generales, el bar y vapor a las canchas de squash, frontón y basquetbol, cada rincón de La mutualista vibra desde las 06:00 hasta las 22:00 horas de lunes a sábado y de las 06:00 a las 15:00 horas los domingos.
Por su tradición, por la presencia de luchadores, boxeadores, profesionistas, abogados, periodistas, políticos y comerciantes de diversas edades, bien podría pasar por una versión moderna de las termas romanas. Algunos nombres de socios que han pasado por sus muros a lo largo de los 120 años son legendarios como la Pantera Azul, Pantera Blanca, Flash Jr, el Alacrán Torres y Bobby Segura.
Tal y como la antigüedad la Mutua Gym que se encuentra en Morelos 621, cuenta con diversos espacios para actividades gimnásticas y lúdicas. Se trata de un lugar ideal para la conversación, el recreo y al igual que en el teatro es un buen lugar para socializar. Los nombres quizás es la única diferencia, antes se le llamaba palestra, ahora gimnasio, antes “tabernae” igual se tiene un bar o también en los vestidores se venden bebidas y alimentos. En lugar de “apodyterium” que era la habitación en donde los bañistas dejaban sus ropas y las toallas, también existe ese espacio y otro para masajes. Tal vez lo único de lo que adolece la Mutua Gym es de albercas que en la antigua Roma se les llamaba “caldarium” o “frigidarium”, según si era de agua caliente o fría, en su lugar hay regaderas generales. Lo que sí persiste es el “laconicum” la sala de vapor, uno de los mejores de la ciudad que revitaliza al más desgastado y moribundo del trajín cotidiano.
Una particularidad que se ha vivido en los últimos años es que salón de la entrada en donde se encuentra el ring, es sede de las clases vespertinos de box, que son mixtas, de manera que es el único sitio del edificio y sólo durante ese horario en el que también se ve a mujeres practicando el box, pero sólo ese espacio, el resto es terreno para caballeros.
SRN