Un niño camina por la calle y se distrae al ver a un conductor de un coche de transporte público vestido de Santa Claus, quien suena una pequeña campaña y resuena la tradicional risa entre la barba blanca.
Gustavo Martínez Moreno es un trabajador del volante quien desde diciembre comenzó a vestirse con el traje rojo; simplemente, aseguró, porque es un gusto hacer sentir bien a los usuarios y sobre todo a los niños.
Se hace llamar “Santa Claus Colonias”, por ser la ruta en Tampico en la cual presta el servicio; comenzó a disfrazarse desde hace 12 años como parte de una especie de terapia, al vivir uno de los momentos más duros de su vida: divorciarse de su mujer.
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Sin embargo, dicha terapia dio un giro de 180 grados, porque ahora busca disfrazarse de este icónico personaje navideño por darle gusto a los niños, quienes no pierden tiempo y lo saludan apenas ven pasar el carro en el que trabaja.
Los usuarios son los primeros sorprendidos al ver a un tipo con barba blanca y vestido de rojo, pero algunos lo toman muy bien, inclusive, recuerdan los momentos de su niñez, las cartas a Santa y los regalos recibidos.
“Me acabo de topar a una usuaria que me felicitó de mi representación, no es por la situación económica, sino darte un buen momento, aunque los niños me pidan regalos mientras van en el carro”, relató el conductor al respecto.
Menos juguetes, más tablets
Hasta cartas le han dado en el trayecto de la ruta, pero es consciente de que en estos momentos los niños ya no le piden a Santa Claus balones de futbol, canicas, o juguetes en general, porque buscan un iPhone o una tablet como regalo.
La iniciativa de disfrazarse le ha llevado a estar en hospitales públicos de la zona, sobre todo el 24 de diciembre por la tarde, con la intención de darles emociones a los niños enfermos y adultos mayores.
GINS