Tatei-kie o San Andrés Cohamiata, la comunidad wixárika más norteña, es también la más golpeada por los intereses territoriales, políticos y económicos de los vecinos estados de Nayarit, Durango y Zacatecas. Y la historia de su cercenamiento parece no tener fin: el pasado 18 de abril, el estado nayarita, a través del Congreso local, ha pretendido "legalizar" la separación de casi 30 mil hectáreas (casi 40 por ciento de su superficie), con 12 poblados, al decretar su inclusión dentro del mapa oficial de esa entidad, pese a que constitucionalmente no tiene facultades para hacerlo.
Claudio Montellano de la Cruz, presidente del comisariado de bienes comunales, acudió ayer con la representación de ese núcleo indígena a las sedes del gobierno de Jalisco y del Congreso de este estado, a reclamar atención a su demanda de no padecer el abuso de los intereses del vecino.
Dijo a MILENIO JALISCO que el trasfondo es un interés presuntamente minero que surgió en 2004 y que provocó la ambición de un grupo de comuneros, alrededor de 200 de una asamblea de 1,600, a quienes tanto el gobierno nayarita como los empresarios les habrían hecho promesas.
"Nosotros en su momento nos negamos a aceptar esa exploración y explotación mineral, y entonces buscaron dividirnos", señaló.
"Cuando los wixaritaris hacen grupo y acuden a Nayarit, cuando se trata de solicitudes de anexión territorial ellos les hacen caso, mientras que a nosotros nuestro mismo estado no nos atiende; un grupo de personas que fue allá al congreso nayarita para que les reconocieran ser parte de Nayarit, y aunque los medios de comunicación de allá dicen que son comunidades, en realidad son unos ranchitos, la comunidad única es Tatei-kie; es un grupo de personas el que está promoviendo esto, y nosotros hicimos una investigación, y vimos que sacaron credenciales de Nayarit para fraccionar a la comunidad, pero esto es un pleito interno, es un tema que llevamos con la Procuraduría Agraria, a la que hemos estado acudiendo a una mesa conciliatoria; ya hemos ido dos veces pero no han acudido ellos, nosotros estábamos haciendo eso y el Congreso de Nayarit sale con esa parte, que nos pega a nosotros", señaló.
- ¿Cuáles son los motivos que aducen para separarse de la comunidad?
- Dicen que porque nunca han tenido apoyo social, pero es normal que la comunidad no tenga apoyo por lo lejano que estamos, eso nos pasa a todos, no nada más a ellos; los demás compañeros están igual, la verdad es que ellos no asisten a las asambleas, no cumplen con sus obligaciones, por eso se quieren ir a Nayarit [...] fue un abogado que les metió la idea de que se puede fraccionar la comunidad, hacer otro núcleo agrario, y fue que empezaron a hacer los trámites; y en lo que investigamos no se puede fraccionar, si no van a agarrar hasta tierras de tres estados, y es lo que no entienden ellos, y como nuestra comunidad abarca hasta Nayarit ahí quieren fraccionar. Tenemos 74,940 hectáreas, hablamos que nos quieren quitar 40 o 35 por ciento, como 30 mil hectáreas.
Los comuneros ven en la tentativa del gobierno nayarita, una clara violación del derecho agrario mexicano, de la Constitución Política del país, y del derecho internacional, en particular, el convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), que en México tiene rango constitucional, y el cual garantiza a los pueblos aborígenes y tradicionales mantener su integridad territorial.
Tatei-kie o San Andrés Cohamiata es un ejemplo histórico de la violación de estos preceptos: "a San Andrés se le ha arrebatado casi todo lo que tenía desde la época de la Corona Española, con sus títulos virreinales; ese territorio abarcaba lo que son hoy Bancos de Calitique, Guadalupe Ocotán. Se tenían 250 mil hectáreas, y conforme se fueron haciendo los estados eso nos empezó a perjudicar, con las dotaciones que se empezaron a dar, con las acciones de reforma agraria que empezó a repartir tierras nuestras; por eso queremos mantener al menos las 74,940 ha ejecutadas, es ya lo mínimo", advierte.
El derecho constitucional mexicano es el que determina los límites de los estados. Los diferendos limítrofes deben ser arbitrados por el Congreso de la Unión en vía de conciliación, o por la Suprema Corte de Justicia en vía de jurisdicción. Los Congresos locales sólo pueden resolver de límites municipales al interior de sus propios estados, pero carecen de facultades para intervenir sobre territorio fuera de sus límites.
El profesor Óscar Ukeme destacó que el congreso nayarita justificó la inclusión "a petición de algunos líderes desde hace ya más de diez años. Las localidades wixaritari que eran reconocidas en el municipio de Mezquitic y que según de ahora en adelante formarán parte del estado de Nayarit son El Chalate, Palma Chica, El Rincón, El Espejo, Santa Gertrudis, Las Tapias, Tutuyecuamama, Los Nogales, Los Pinos, Rancho Nuevo, Tierras Blancas de los Lobos y Guamuchilillo [...] la mayoría de estas localidades desde todos los tiempos el INEGI las ha considerado como parte del municipio Del Nayar Estado de Nayarit, aun cuando desde hace mucho tiempo las comunidades wixaritari han exigido a este instituto las reconozca como parte de Jalisco, hecho al que el INEGI ha hecho caso omiso sin respuesta alguna".
Añadió: "en la asamblea comunal realizada este fin de semana pasado [21 y 22 de abril], los comuneros acordaron que su territorio ancestral no se va a dividir, y que si esos líderes quieren ser de Nayarit pues que sean de Nayarit, además realizarán un manifiesto relacionado a este tema en la que principalmente demandaran al Congreso de Nayarit de que esta decisión no fue consultada previamente a la comunidad".
A su juicio, las pifias del INEGI son fuente de confusión y base de las discordias, pues también reconoce como parte de Nayarit otras localidades wixaritari, de Tatei-kie o Waut+a (San Sebastián Teponahuaxtlán): Mesa del Tirador, Jazminez, Ocota de la Sierra, Cebolletas, Mesa de Huanacaxtle, El Mirador, Acatita, en ese caso, a favor del municipio de La Yesca. Cuando se reclama al organismo federal que mueva localidades de un estado a otro sin atender a sus verdaderas fronteras, simplemente repone: lo mapas no crean derecho. Pero sin duda ocasionan conflictos y violencia, destacaron los líderes wixaritari.
Les piden paciencia
Los comuneros de Tatei-kie se reunieron con el secretario general de gobierno, Roberto López Lara, explica el presidente del comisariado. No sacaron mucho, lo que no le extraña, dado que Jalisco ha sido omiso en el tema al menos desde hace 30 años, en que el gobernador Guillermo Cosío Vidaurri fue el último que intentó resolver la problemática.
"Tenemos los juicios en el tribunal, por unas diez mil ha, pero este se estaba conciliando, lo que significa que no habíamos llegado al tema judicial; la realidad es que de Jalisco no hemos tenido nunca apoyo en el tema de límites estatales, y tampoco le ha dado importancia el mismo congreso [...] hace rato hablamos con el secretario de gobierno, y también con una comisión del Congreso del estado; nos dijeron que le van a dar seguimiento, y lo de siempre, que tengamos paciencia, que no alteremos las cosas...". Repone: "pero la paciencia se está acabando".
La zona que se le pretende cercenar a San Andrés vive de la agricultura y ganadería de autoconsumo, pero la discordia se suscitó presuntamente por el descubrimiento de una mina de plomo, lo que alteró la apacible pobreza de sus moradores.
"Era una mina de plomo, se hizo un estudio y llegó la empresa a hacer oferta; pero la asamblea le dijo que no, porque se iba a perjudicar a la comunidad con el tema de la contaminación, eso fue en 2004, a raíz de vinieron inconformando algunas localidades. Es claro que si se separan de San Andrés ellos podrían tener las facultades para permitir que la mina opere", subraya.
Claves
Nayarit-Jalisco, un polvorín
El mayor conflicto territorial de Jalisco es con su vecino Nayarit. De acuerdo a los mapas oficiales de ambos estados, el traslape territorial va de 1900 a 2700 kilómetros cuadrados, y afecta a los municipios de San Martín de Bolaños, Bolaños y Mezquitic
El cambio de fronteras es un fenómeno propiciado por los intereses de las elites de Tepic, que desde finales del siglo XIX fomentaron asentamientos mestizos en su lindero con Jalisco, y "empujaron" esos linderos. Así es como Puente de Camotlán y Apozolco, originalmente jaliscienses, ahora son administrados por Nayarit
En el caso de las comunidad huicholas o wixaritari, hubo dos estrategias de apropiación territorial: primero, mediante contratos de arrendamiento (y de forma paralela, elaboración de escrituras de propiedad privada), o bien, tratando de transformar núcleos de comuneros con la inclusión de ganaderos mestizos. Este segundo caso explica cómo se formó la comunidad de Guadalupe Ocotán, que era un anexo de Tatei-kie
En Guadalupe Ocotán, los comuneros aborígenes se rebelaron al control de los mestizos y mantienen un enfrentamiento con los parvifundistas de Huajimic, que coexiste con el proceso de restitución del vecino Wuaut+a (San Sebastián Teponahuaxtlán). El planteamiento político de los wixaritari es que forman una misma cultura, por lo cual, la defensa de su integridad territorial está por encima de los límites de los estados
Tatei-kie ha perdido los anexos de Guadalupe Ocotán y Bancos de San Hipolito o Calitique, pero en esos núcleos hay un movimiento de recuperación cultural wixárika que aunque no considera su reintegración a la comunidad madre, sí significa un esquema de superviviencia y conciliación frente a los invasores.
SRN