Ante los conflictos ecológicos y la contaminación que se registra en estados como Puebla, en el país y en el mundo, urge un cambio para desactivar la bomba ambiental para impulsar un desarrollo sostenible y mantener el cuidado de la casa común.
Emmanuel Poretti, presidente de la Fundación Ecoceno, organización conformada por académicos, activistas y abogados que se dedica a la transformación socioecológica, explicó que la crisis actual está caracterizada por la forma en la que la actividad humana ha alterado el discurrir de la naturaleza a niveles catastróficos.
Durante la Semana Laudato Si', organizada por el Instituto de Investigaciones en Medio Ambiente Xabier Gorostiaga, SJ (IIMA) de la Universidad Iberoamericana Puebla, el especialista destacó que distintas voces coinciden en que a partir de la segunda mitad del siglo XX la devastación del sistema Tierra despuntó de forma meteórica como producto de la sobrepoblación, el extractivismo de recursos y la emisión desmedida de contaminantes, entre muchos otros factores.
En el marco de la conferencia Ecología integral y el cuidado de la Casa Común, Emmanuel Poretti explicó que la emisión de gases de efecto invernadero tiene responsabilidades diferenciadas.
“Más de 50 por ciento de los contaminantes son producidos por el 10 por ciento de la población más rica del mundo. El modo de vida imperial que ha entorpecido los procesos de restauración de la biósfera. Venimos arrastrando un modelo con la idea del progreso, lo que no es más que una traducción del actual modelo de desarrollo”, explicó.
En medio de un panorama de problemas de contaminación y crisis ambiental, el investigador resaltó la importancia de adoptar un estilo de vida sustentable que no caiga en un efecto rebote, es decir, que las actitudes amigables con el planeta no deriven en otras formas de dejar una amplia huella ecológica: consumir mejor, pero también menos.
Para Emmanuel Poretti, el papel de la desobediencia civil, encabezada especialmente por personas adolescentes y jóvenes, buscan formas de organización para la transformación social.
“Los desafíos a escala estructural deben solucionarse a partir de una pluralidad de voces que sea capaz de imaginar nuevas y mejores formas de vivir. Es fundamental pensar en formas alternativas de hacer economía que conduzcan a la libertad de las personas y a la cooperación. La universidad tiene un rol protagónico en la validación de nuevas estrategias para una ecología integral”, añadió.
El presidente de la Fundación Ecoceno destacó que, uno de los discursos críticos emanados desde la Iglesia católica en materia ambiental es la encíclica Laudato Si’ publicada por el papa Francisco en 2015.
“El texto recupera las recomendaciones de instancias como los Acuerdos de París para que la humanidad no rebase el incremento de la temperatura global más 1.5 grados Celsius, mismas que distan de haberse cumplido. Para el Papa, el capitalismo es terrorismo básico. Este sistema mata”, apuntó.
AFM