Los negocios de Tamaulipas hace dos años estaban cerrando la cortina de manera definitiva por las muertes y contagios de covid-19, a inicio de abril todo es diferente, ahora los filtros son más relajados al ingresar a los establecimientos de diversos tamaños o giros.
Hace un par de años, para ingresar a una tienda, debido a los estrictos filtros se hacía una fila considerable y todos sin excepción tenían que usar cubrebocas, la gente tardaba para ingresar en el proceso de medición de la temperatura y aplicación de gel.
Al término del primer trimestre del 2022, los negocios tienen los señalamientos, tienen medidores de temperatura fijos y botes de gel con dispensador, pero la gente ingresa como si nada y nadie les dice nada.
El panorama ya es distinto, los guardias de seguridad o el personal encargado de los filtros que eran comunes hace dos años ya no están, la gente ingresa con cubrebocas, porque ya se acostumbró.
Hace dos años el centro de Tampico era casi una ciudad fantasma, la totalidad de negocios estaban cerrados, las plazas públicas tenían cintas que delimitaban el acceso y era mínima la cantidad de personas que caminaban en la calle.
Hoy, ya hay turismo, hay personas de otros estados de la República Mexicana en las zonas comerciales del puerto y los empresarios se alistan para las ventas relacionadas a las vacaciones de Semana Santa.
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El panorama cambió con la disminución de los casos de coronavirus en la zona sur de Tamaulipas, en los locales abiertos con el tapete seco totalmente hay avisos que anuncian la contratación de personal, quieren por temporada porque esperan más gente.
“Se necesita vigilante”, “Se necesita personal femenino con ganas de trabajar”, “Se necesita personal por temporada”, son los negocios que se observa la gente en las entradas principales, que los mismos turistas con playeras de Tigres o Rayados observan al pasar.
Es final de marzo e inicio de abril de 2022, tan solo algunas horas antes de que la Secretaría de Salud diera a conocer que en sitios abiertos ya no era obligatorio el cubrebocas, pero el ciudadano aún tiene sus reservas.
Caminan por las calles principales del Centro de Tampico, pero las personas que están en su trabajo, que se dirigen a sus labores o que están paseando, al menos 8 de cada 10 usan la mascarilla, la cual aprendieron a utilizar en dos años de afectación por la pandemia.
SJHN