Se calcula que en Tamaulipas, uno de cada cuatro habitantes es niña, niño o adolescente, sin embargo, sus derechos son los grandes ausentes en las agendas de las y los candidatos y de las políticas públicas de los gobiernos, afirmó el activista Juan Martín Pérez García.
“No los mencionan porque no votan, y es producto de una cultura adultocéntrica muy arraigada contra la que estamos luchando”, señaló el coordinador de Tejiendo Redes Infancia en América Latina y El Caribe.
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Sobre el que en Tamaulipas no existan planteamientos de aspirantes a legisladores y alcaldes, que promuevan algún beneficio para este grupo de la población, considera que toda propuesta de campaña o plan de acción gubernamental debe empezar por un auténtico reconocimiento de sus derechos, pues han sido históricamente excluidos.
“Las y los candidatos a todos los cargos de elección popular deben comprometerse a hacer cumplir la Ley General de Niñas y Niños y la ley estatal, pues con eso la infancia estaría en mejores condiciones”.
Pérez García añade que, “con que cumplan la Constitución, tendríamos un gran avance. Que se tenga la claridad que vienen a resolver problemas, no a culpar a los que estaban”.
El coordinador de Tejiendo Redes Infancia sostuvo que la Ley General de Niñas, Niños y Adolescentes ha sido reconocida por la ONU, pero no hay presupuesto ni voluntad política para cumplirla.
“La niñez mexicana ha sido afectada con políticas excluyentes como la desaparición de estancias infantiles, el cierre de las escuelas de tiempo completo y la falta de medicamentos contra el cáncer”.
Expresó que niñas y niños no tienen voz propia, son invisibles; todas las decisiones se dan desde el mundo adulto y están en desventaja ante cualquier escenario. “Mucho de lo que hablamos en sus derechos es discursivo y no algo que toque sus vidas”.
Subrayó que es muy importante romper paradigmas machistas y adultocéntricos, asumir que los niños y las niñas son personas con derechos propios, no objetos de propiedad familiar; tienen derecho a ser escuchados y decidir en temas que los afectan y eso se puede empezar a hacer desde las familias, escuelas y comunidades.
Juan Martín Pérez, ha señalado que la niñez tamaulipeca, es muy probable que arrastre un rezago educativo superior al promedio nacional, por factores que van desde que no fue de los primeros estados en reabrir escuelas tras la pandemia, la inseguridad en el norte de la entidad y el paro laboral de maestros el año pasado.
De acuerdo con la Ley General de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes, se considera dentro del primer grupo a los menores de doce años, pero para efectos de los tratados internacionales y la mayoría de edad, se eleva a menos de 18.
Según la misma ley, tienen derecho a la vida, a la paz, a la supervivencia y al desarrollo; pero sobre todo a una vida libre de violencia, a la integridad personal,a la educación y a no ser discriminados.
Según el último Censo de Población y Vivienda 2020 del Inegi, se estima que uno de cada cuatro personas residentes del estado, son niñas, niños y adolescentes.
SJHN