Debido a la Fase 3 de emergencia sanitaria por el covid-19, se tuvieron que suspender diversas celebraciones con motivo del Día del Niño en el país, desde convivimos escolares, hasta las salidas en familia.
Diversas familias mexicanas optaron por ir a restaurantes de comida rápida para poder llevar un regalo o una sorpresa a sus hijos en casa.
Durante la tarde-noche del 30 de abril, el restaurante de comida rápida "Mc Donalds" de Ermita Iztapalapa fue abarrotado por muchos padres de familia, quienes hacían fila para llevar una cajita feliz a sus hijos y celebrar el Día del Niño.
Alrededor de 30 personas se formaron sin tomar en cuenta la sana distancia afuera del restaurante de hamburguesas, aunque la mayoría de los clientes llevaba cubrebocas, al menos cinco no tenía protección.
Mientras que en el estacionamiento se observaba una extensa fila de 45 automóviles, que rebasaba la capacidad del lugar, por lo que algunos tuvieron que hacer doble fila en la Calzada Ermita Iztapalapa, afectando el tránsito.
La mayoría de los padres de familia parecía serio y hasta estresado debido a la espera, que oscilaba entre una hora y media para adquirir la cajita feliz. Mientras que entre los automovilistas, los conductores Uber eats y los mismos clientes que entran a pie, tenían que esperar su turno de ser atendidos, alargando el tiempo de espera.
El restaurante solo permitía la entrada de 10 personas, cada una formada con sana distancia, esperaban su turno de ordenar, mientras los trabajadores ofrecían un aplicación de gel antibacterial al mismo tiempo. Los clientes salían cada 15 minutos, en su mayoría, con cajitas feliz en sus manos.
Noelia Galicia, madre de familia, comentó que sus hijos generalmente esperan los convivios de la escuela para celebrar el día del niño, pero como se canceló todo, optaron por comprar cajitas felices.
"Esperé una hora y media para que me dieran mis cajitas, aunque sea los podemos hacer felices con una cajita una sola vez, ahorita ya nos están esperando", mencionó.
Los conductores de Uber Eats fueron los menos afectados, ya que los trabajadores los recibían y en alrededor de media hora, les entregaban sus pedidos. Pero los automovilistas avanzaban un lugar en 25 minutos, generando la frustración de los conductores.
"Es increíble esperar más de dos horas por una cajita feliz, pero ni para poder salirse de la fila, está hasta el gorro, solo queda esperar", comentó Juan Resendiz.
Muchas horas tuvieron que esperar padres de familia para poder llevar un regalo a sus hijos, aunque la mayoría de ellos se sienten satisfechos.
"En dos horas me despacharon, pero no es tiempo perdido, ya que veré feliz a mi hijo y eso es lo que importa, no importa el cansancio", explicó Karla Flores, al salir del restaurante.
EB