Diego Alejandro Ramírez Pizaña es un niño de 12 años que literalmente ve y disfruta la vida de un modo diferente.
Es hijo de Eloy Alfaro Hernández y Karla Patricia Pizaño, y tiene dos hermanos Ana Lucía y Santiago. Nació con un tumor en un ojo que ponía en riesgo su vida, por lo que sus padres comenzaron a moverse.
Gracias al apoyo del DIF Tamaulipas y su presidenta Mariana Gómez de García Cabeza de Vaca así como la tecnología 3D, su vida dio un giro de 360 grados y hoy gracias a una prótesis ve la vida de otra manera, en el marco del Día del Año.
La historia...
El niño nació con un problema de retinoblastoma (tumor en el ojo izquierdo), a los tres años de edad nos movimos para hacerla la extracción de su ojo y después siguió con las quimios.
Llevamos cerca de un año haciendo las quimios, luego cinco años mas de vigilancia y el año pasado le hicieron la prótesis con tecnología 3D y su vida a dado un giro diferente.
Le ha cambiado bastante, le subió mucho la autoestima, porque un niño a los 3 o 4 años no lo asimila. Tuvo citas con el psicólogo para motivarlo y que no le diera pena tener una prótesis y gracias hasta ahorita sus amigos lo tratan bien y la convivencia con sus amigos a mejorado su confianza.
"Muchas gracias a la licenciada Mariana por cambiarle la vida a mi hijo", dijo Eloy Alfaro Hernández.
La nueva vida...
Diego Alejandro Ramírez Pizaña considera que su vida tuvo un gran cambio, recuerda cómo la gente lo veía, pero ahora eso es parte del pasado.
“Me siento muy afortunado por haberme brindado el ojo y tener esta oportunidad de tener otra visión de las cosas”, indicó .
Diego Alejandro estudia el primero de secundaria, tiene 12 años y busca ser Ingeniero Biomédico para ayudar a la gente.
Y vaya que tiene talento, pues dos veces a participado y ganado en los mundiales de robótica.
La primera vez que no pudo ir a Estados Unidos fue porque no logró juntar los 50 mil pesos del viaje, le dieron la noticia en febrero y en marzo tenía que tener el dinero y el año pasado en Tijuana ganaron otro pase al mundial, pero la pandemia metió la mano.
Asegura que gracias a la prótesis que se siente un poco más involucrado, "más adentro de la situación porque ahora si tengo mis ojos por así decirlo, no es como tener solo uno. Me siento más cómodo".
Le gusta jugar tochito porque no hay tanto contacto como el fútbol americano. "Me gusta jugar a videojuegos con mis amigos me dedico al estudio".
Tenemos que apoyar a la gente, sobre todo a niños con discapacidad, se lo que se pasa y lo que pueden llegar a sentir con alguna discapacidad o que se les queden viendo raro.
"No considero que sea bullying, pero siempre comprendí que la gente no veía normal lo de mi ojo y a veces la gente es muy obvia".
- Te recomendamos Niños, quienes viven el duelo más difícil por el covid Comunidad
Por eso considero que eso se debe cambiar, porque hay gente que se siente mal. Yo aprendí a superar todo eso y lo dejé a un lado, pero si hay gente que se lo pudiera tomar a mal.
“La gente se debe de poner a pensar en lugar de hacer malos tratos, que se pongan a pensar. Yo nací con esto, pero hay discapacidades provocadas que les puede pasar a ellos o a su familia y deberían pensar en eso”, explicó
A las autoridades les hago un llamado de que ayuden más a los niños y niñas en esta situación, porque tal vez mis papás si tienen dinero para pagar los tratamientos pero no toda la gente tiene los suficientes recursos.
SJHN