“Nunca me habían regalado nada nuevo", niño se conmueve al recibir útiles escolares y uniforme

Su promedio escolar es de 9.4 a pesar de que casi todo el día anda en la calle, haciendo mandados y otras actividades a su mamá.

Cristian Leonardo se conmovió al recibir útiles escolares y uniforme. (Jesús García)
Jesús García
Tampico /

Es un niño al que le gusta la escuela, no lo oculta aunque el cubrebocas de octagón le tape su sonrisa, la cual no puede negar luego de ver cómo sus ojos se rasgan más y más.

Tiene diez años, su promedio escolar es de 9.4 a pesar de que casi todo el día anda en la calle, haciendo mandados y otras actividades a su mamá, se trata del pequeño Cristian Leonardo Escobar Santillán.

Es un niño serio y sabe ser agradecido. En su momento, el niño se acercó a una funcionaria pública para pedirle apoyo.

“Quiero seguir estudiando, ayúdeme con los útiles escolares", le comentó el menor a la regidora Malú Mar Estrada, comisionada de Bienestar Social, luego de que se acercara a tratar de resolver una problemática por falta de vivienda.


Pasaron tres semanas después de que el menor hizo la petición de la lista de útiles, que en tiempos de crisis y del coronavirus, es todo un desafío comprar por parte de los padres de familia.

Junto a su mamá, el pequeño Cristian acudió a la sala de regidores a recibir sus útiles, pero su cara expuso sorpresa porque se les consiguieron más artículos, era como si no lo pudiera creer.

El menor pudo recibir aparte de sus cuadernos, un par de tenis, zapatos, calcetines, ropa interior, playeras de uso diario, camisas de uniforme, pantalones de uniforme, así como otros útiles enfocados a su educación.


La primera reacción del menor fue “gracias" y, de inmediato, irse contra la funcionaria para fundirse en un abrazo, fue algo espontáneo, que generó que agua comenzara a rodar por las mejillas de la autoridad, que no se aguantó la emoción.

“Gracias, nunca me habían regalado nada nuevo", dijo el niño, palabras que llegaron a las zonas más sensibles de las personas presentes en el lugar, más porque se trata de un niño que no sabe si comerá el día de mañana pero tiene ganas de salir adelante en sus estudios, en la vida.

La acción que benefició a Cristian lo movió, algo lo hizo reflexionar sobre la vida, así que prometió seguir con sus estudios, aplicarse, porque quiere llegar a ser un profesionista, un empresario o lo que decida en el futuro, porque su intención es “ayudar a otras personas como me ayudaron a mí".


EAS

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