Los niños y los adolescentes deben de tener un espacio donde se sientan escuchados y comprendidos, independiente al que tienen con sus padres. Esta es la función de la psicoterapia. Esta fue la conclusión de Alicia una mujer de 42 años que, durante la pandemia, tenía una niña a punto de entrar a la adolescencia.
Como en millones de niños en todo el mundo, el encierro marcó un antes y un después en la vida de Alicia y su hija Diana. Al observar la ansiedad creciente en su casi adolescente, Alicia tomó la decisión de buscar ayuda.
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“El verla ansiosa durante la pandemia me impulsó a actuar”, aseguró.
Su búsqueda la llevó al departamento de psicología del colegio de Diana, donde escogió una terapeuta especializada en niños y adolescentes.
La terapia no solo proporcionó un espacio seguro para su hija sino que también influenció positivamente la dinámica familiar.
“Volvió a interactuar con más confianza y a mostrar sus miedos”, relató.
Uno de los mayores desafíos fue ajustar su rol como madre. Alicia tuvo que aprender a ser más empática con Diana y a adoptar una postura menos rígida y más comprensiva.
“Empaticé más como amiga que como madre rígida, eso me funcionó bastante. Después de todo nuestra relación se vio muy fortalecida”, señaló.
Los cambios en su hija fueron evidentes: mayor orden en sus actividades diarias y, sobre todo, una mayor confianza para comunicarse.
Alicia tomó medidas conscientes para apoyar a su hija a lo largo del proceso psicoterapéutico, como darle su espacio para que encontrara otros puntos de vista.
"Me retiré sin dejar de hacerle ver que estoy aquí. Me di cuenta de la importancia que tiene la independencia emocional en el desarrollo de una niña”, relató.
La experiencia cambió de forma radical la percepción de Alicia sobre la salud mental infantil
“El niño y el adolescente debe tener un espacio donde se sienta comprendido, sin que sean sus padres”, afirmó, totalmente satisfecha con la experiencia y el apoyo recibido.
Para otros padres en situaciones similares, Alicia aconseja: “No lo piensen, que vale la pena cada centavo invertido en salud mental. Yo veo a Diana súper segura, con amor propio básico para cualquier relación que tenga. Creo que ahora tiene las herramientas necesarias para saber cuándo y dónde buscar ayuda si la necesita en el futuro”.
MC