A fin de estrenar las bicicletas, patines, montables e incluso carritos de supermercado y carriolas que les trajo Santa Claus, cientos de niños y sus papás se dieron cita el lunes 25 en el Parque Fundidora desde temprana hora.
Sin importar el aire frío que se sintió en el Área Metropolitana, los menores se alistaron para usar sus nuevos regalos, antes de que sus papás tengan que regresar a las actividades cotidianas.
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“Este año no me porté tan bien, pero Santa como quiera me trajo una bicicleta, que era lo que yo le pedí”, dijo Matías, uno de los niños que se dieron cita en el Parque Fundidora para estrenar sus regalos en compañía de sus papás y su hermana, pues aseguró que en su casa era muy aburrido jugar, porque no lo dejaban salir a la calle.
Como él, cientos de niños bajaban con sus papás de carros, camionetas e incluso taxis para poder practicar con sus juguetes nuevos sin temor a que algún vehículo saliera al paso y sufrieran algún accidente.
Desde antes de las 07:00 horas, los más pequeños corrían a las salas de sus casas o de las viviendas de sus abuelos para buscar sus regalos debajo del pino de Navidad, con la esperanza de que Santa hiciera caso a todas sus peticiones.
Uno de estos casos ocurrió en la colonia Rancho Viejo, en el municipio de Guadalupe, donde niños y adolescentes se despertaron muy temprano para buscar lo que les dejó Santa Claus.
Los primos Diego, Alondra y Aisslinn no lo pensaron dos veces para romper las envolturas que ocultaban los obsequios, que iban desde artículos electrónicos, el álbum de los pop idols coreanos de Stray Kids, juguetes, ropa, zapatos, juegos de mesa, entre otras cosas que recibieron.
“Ábranlos y tómales foto, a ver, foto”, pedía doña Norma a su hijo para capturar las primeras impresiones de la apertura de regalos.
Mientras tanto, en casa de la familia Zúñiga, la pequeña Ana despertó a sus papás y a su hermana para poder ver sus obsequios.
“Me trajo un scooter, un carrito de compras, una sirenita, una Barbie”, decía al tiempo que estrenaba su patín por toda la sala de la casa, pues era temprano y hacía frío para salir a la calle.
Así, los niños regios ahora deberán comenzar de nuevo con el marcador, para que Santa Claus les traiga un buen regalo el próximo año.
mrg