El cabrito es la base de la gastronomía en Nuevo León por su contenido rico en proteínas y su excelente sabor. Además, el estado ocupa el primer lugar a nivel nacional en consumirlo, de acuerdo al Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera.
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Este delicioso platillo tiene su origen desde que los primeros españoles se establecieron en el noreste de México y formaban grupos de árabes.
Aunque no sea el alimento de los regiomontanos cada fin de semana, los clientes nunca faltan para Luis Acosta, originario de San Luis Potosí.
Desde hace 10 años, Luis se dedica al comercio por tradición familiar y explicó que para su preparación se requiere un cabrito no menor a un mes de nacido.
El proceso de crianza es alimentarlo sólo con la leche materna o de lo contrario cambia el sabor de la carne y la amarga.
Hay cabritos comerciarles desde 650 pesos y los supremos llegan a costar hasta mil 400 pesos, pero el comerciante explicó cuál es el más recomendable para asar.
En los meses de septiembre y octubre la oferta disminuye en la zona norte del país, debido a que no es temporada de reproducción.
El cabrito, tradicional platillo en Nuevo León, representa un deleite para quienes lo degustan, pero el proceso antes de la venta es un verdadero ritual.