A partir del año 2015 el delito de despojo de inmuebles o de aguas cobró mayor intensidad en Nuevo León, y al arranque de este año 2020 se ubicó como el segundo en la historia de la entidad en este delito, solo por debajo del año 2018.
De acuerdo a los datos que proporciona la Fiscalía General de Justicia estatal en su apartado “total de actos delictivos denunciados por tipo”, en los primeros tres meses del año 2020 suman en Nuevo León 229 casos de despojo de inmuebles o aguas.
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Cifra solo menor a los 236 delitos de este tipo denunciados en el primer trimestre del año 2018.
Según los datos oficiales, del año pasado a este año en curso se tiene un alza en este delito del 12.25 por ciento, al pasar de 204 a 229 las averiguaciones por este tipo de delincuencia.
Previo a los años 2019 y 2018 se reportaron en los primeros tres meses del año 2017 un total de 178 delitos de despojo, lo que equivale a un incremento este año de 28.65 por ciento.
En el primer trimestre del año 2016 hubo 190 delitos de despojo, en el 2015 fueron 192, en el 2014 se reportaron 119, en el 2013 un registro de 96, y en el 2012, en sus primeros tres meses, una suma de 75 casos, la menor para un arranque de año en la entidad, mientras que en el 2011 la incidencia fue de 90 delitos.
Es decir que en una década este delito pasó, en los primeros tres meses del año, de 90 casos en el 2011 a 229 en el 2020, un incremento del 154.44 por ciento.
De manera anual, el año 2008 cerró con 590 delitos, el 2009 con 547, el 2010 con 472, el 2011 con 432, el 2012 con 317, colocándose, al igual que en lo referente al primer trimestre de año, como los 12 meses con menos despojos de inmuebles o de aguas.
Para el 2013 subió a 462, en el 2014 creció a 519, y a partir del 2015 la cifra anual no baja de los 781 casos, cantidad con la cual concluyó ese año.
En tanto que el 2016 subió a 845, en el 2017 a 832, en el 2018 a 836 y en el 2019 a 846, mayor cifra para un año.