La Iglesia Católica no suspenderá sus actividades religiosas de fin de año, por lo que los templos permanecerán abiertos para que los fieles católicos reciban el año nuevo, sostuvo el Obispo de Tlaxcala, Julio César Salcedo Aquino.
En el mismo sentido el jerarca religioso, consideró que es una decisión que obedece a la necesidad que tienen las personas por rencontrarse con Dios, ante la difícil situación por la que atraviesa todo el país, por ello es que los templos católicos se mantendrán abiertos para recibir a todas las familias que necesitan de la paz espiritual.
Salcedo Aquino refrendó el compromiso de la Iglesia de continuar con las medidas sanitarias, de tal forma que las celebraciones que se acercan, como la del 12 de diciembre y de fin de año, se realizarán con los protocolos de la sana distancia en los templos, con un 30 a 40 por ciento de asistencia.
“Hemos girado la indicación de que los inmuebles mantengan las medidas de contención, no podemos darnos el lujo de no obedecer a las autoridades federales de salud cuando sabemos que hay un problema de rebote en todo el mundo, como iglesia católica estamos dispuestos a contribuir, es decir hacer trabajo en equipo aunque se trate de trincheras diferentes”, apuntó.
En este sentido recomendó a las personas adultas que de preferencia se queden en casa, así como a todas a las personas que forman parte de los grupos vulnerables, como medida de protección de su misma salud.
“En el estado las autoridades estatales han mostrado disposición, pero han sido estrictas y nos han pedido priorizar la salud de los feligreses, por ello a los párrocos en todo el estado se les ha pedido dar cumplimiento y considero que vamos por buen camino, hay de repente molestia de los fieles por que no a todos se les permite ingresar a la iglesia cuando se oficia misa, pero poco a poco se irán acostumbrado, tenemos que volverlo un habito hasta que Dios permita que se levante la emergencia sanitaria”, expuso.
En el mismo tenor, insistió a que se evite acudir a peregrinaciones a la basílica de Guadalupe el 12 de diciembre en la Ciudad de México, ya que se ha determinado mantener cerrado el templo de oración con el objetivo de evitar aglomeraciones que podrían convertirse en focos de contagio del covid-19.
AFM