En un Nuevo León “conservador y tradicionalista”, buscan que se reconozca el amasiato y sus derechos

Melissa Sepúlveda vivió en amasiato (relación entre una persona soltera y una casada) más de 24 años, y ahora busca proteger sus derechos, entre ellos heredar el patrimonio.

Foto: Archivo.
César Cubero
Monterrey /

Por más de 24 años, Melissa Sepúlveda Muñoz vivió en amasiato junto a Alberto Ruiz Ruiz, el cual falleció el 5 de noviembre del año 2020; a partir de ese deceso comenzó la odisea legal para la señora en busca de justicia y de proteger sus derechos.

Tras varios intentos fallidos por encontrar quien tomara su caso, Sepúlveda Muñoz acudió a 8:11 a Soluciones Jurídicas e Inmobiliarias, quienes con base a los nuevos criterios que emitió la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) sobre la protección de los nuevos modelos de familia, tomaron el desafío histórico y prepararon la demanda.

Con la que buscan que se reconozca el amasiato como tal, y después se reconozcan todos los derechos como en un concubinato, entre ellos, el derecho a heredar, a una pensión alimenticia, al patrimonio.

Hoy, en rueda de prensa en un hotel del centro de la ciudad de Monterrey, María Alicia Álvarez Macías, directora general de 8:11 Soluciones Jurídicas e Inmobiliarias, acompañada de Karla Vanessa Cruz Moreno, gerente general, y Rogelio Moya Arredondo, coordinador general, aseguró que la demanda ya fue admitida.

“Ella es Melissa Sepúlveda Muñoz, quien es la promovente de la primera demanda de amasiato que ha sido presentada y admitida por el Poder Judicial, con sede en San Nicolás de los Garza, siendo esto un hecho histórico en el derecho y sin precedente a nivel estatal.
“Como también lo es la primera demanda a nivel nacional que solicita el reconocimiento de cada uno de los derechos que se derivan dentro de una relación de amasiato”, enfatizó Álvarez Macías.

Además, adelantó que buscarán reformar el Código Civil vigente, adicionando el amasiato, así como los derechos en seguridad social, para lo que esperan que “el Congreso los escuche”.

Una historia que inició en Río Bravo y terminó en los tribunales

En mayo de 1996, relataron abogados y la promovente, Melissa Sepúlveda conoció en Río Bravo, Tamaulipas al señor Alberto Ruiz Ruiz, y tras unos meses iniciaron una relación sentimental.

“El señor Alberto desde un inicio le comentó a la señora Melissa que él se encontraba legalmente casado, lo cual no fue impedimento para formar una familia, misma que se trasladó a vivir a Monterrey, Nuevo León”, explicó Álvarez Macías.

De esa relación nacieron seis hijos, uno de ellos todavía menor de edad, y ellos en su unión hicieron un patrimonio “bastante sólido” con el fin de dejarlo para el bien de sus hijos.

A decir de Sepúlveda Muñoz, luego de la muerte del “amor de su vida” nunca imaginó que la esposa buscara, debido a la tenencia de “un papel”, quedarse con el patrimonio creado por Ruiz y Sepúlveda.

“Yo pensaba: ‘somos seres humanos, nadie es perfecto’. Me decían, porqué no hacías las cosas en su momento, siempre pensé en sus hijos, incluso en su esposa. Teníamos una comunicación, jamás pensé que ella en algún momento dijera ‘todo es mío, tengo un papel que me da derecho’, y pues no me parecía justo, porque también trabajé y me costó”, comentó.

Por ello, y por el temor de que sus hijos se quedaran sin dónde vivir, inició su lucha legal para que se le reconozca como la compañera de vida y el esfuerzo conjunto.

En el primer y único matrimonio de Ruiz Ruiz hay dos hijos mayores de edad.

En el amasiato, precisó la abogada, al menos una de las personas debe estar forzosamente en matrimonio, y como forma de comprobarlo es que sea de manera continua, pública, y que la sociedad te reconozca.

“Sabemos que a veces ocultan las personas el decir que viven en amasiato, porque Nuevo León es un estado conservador, tradicionalista, donde la sociedad nos volvemos a juzgar y hacemos ver a estar personas como los frijolitos negros, y no es así”, destacó.

De tal forma, al día de hoy la demanda está admitida en el Juzgado Primero Familiar, con Fidel Santos Aguillón Guerra como juez primero, y de ahí la historia seguirá en los tribunales para, en primera instancia, se reconozca el amasiato, en segunda pasar a un juicio por los bienes y su derecho a heredar, y por último, buscar en el Poder Legislativo la reforma al Código Civil.

“En todos estos años, Alberto Ruiz Ruiz fue, es y seguirá siendo el amor de mi vida”, remató Melissa Sepúlveda.

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