La Comunidad Agraria de Juchitán de Zaragoza, Oaxaca, y sus anexos, obtuvieron una suspensión de plano por parte del Tribunal Colegiado del estado, para que el proyecto eólico Gunaa Sicarú, de la empresa Energies Nouvelles Group Energía de Francia (EDF), no los prive de sus tierras, lo cual calificaron como un triunfo histórico de los comuneros juchitecos.
“Nos otorgaron la suspensión de plano, que quiere decir que las empresas no pueden hacer nada en nuestro territorio mientras que esté el juicio, porque afectaría esta tierras que son las que se tratan de proteger con esta suspensión. Es un triunfo histórico del pueblo, de los comuneros juchitecos en la protección de sus tierras, porque el juez en esta suspensión les está dando la legitimidad par la protección de su territorio”, señaló la defensora Bettina Cruz.
La integrante de la Asamblea de los Pueblos Indígenas del Istmo en Defensa de la Tierra y el Territorio (APIIDTT) destacó que en Juchitán existen más de 15 parques eólicos instalados y ninguno de ellos tiene permiso de una asamblea, porque desde hace más de 50 años la comunidad agraria y anexos no tienen autoridad agraria, “por intereses muy fuertes del propio gobierno estatal y gobierno federal por apropiarse de nuestros territorios ricos en bienes naturales y culturales”.
Por ello, la comunidad agraria presentó el amparo indirecto número 302/2020 en contra el parque eólico, ya que pretende construirse en tierras de Juchitán, sin la autorización de las autoridades comunales.
“Sin que el pueblo indígena que vive en Juchitán y sus anexos lo haya autorizado. Esta empresa pretende producir 254 megawatts, obtuvo permisos en el 2016, ya tiene todo listo para poder iniciar la construcción de este parque, sin embargo, lo más importante es la autorización de los dueños, de los auténticos propietarios de la tierra, que son los comuneros indígenas de la comunidad de Juchitán”, indicó.
El 6 de septiembre de 2021, el Primer Tribunal Colegiado en Materias Civil y Administrativa del Decimotercer Circuito, con sede en Oaxaca, otorgó a la Comunidad Agraria de Juchitán de Zaragoza, Oaxaca y sus anexos: Santa María Xadani, Unión Hidalgo, Chicapa de Castro, Espinal y La Ventosa, la suspensión de plano para que no se le prive de sus tierras comunales dentro del amparo indirecto número 302/2020 interpuesto por comuneros de Juchitán.
“La comunidad agraria de Juchitán de Zaragoza, Oaxaca, para que las autoridades responsables se abstengan de ejecutar actos que tengan por objeto privar total o parcialmente, en forma temporal o definitiva, de la propiedad, posesión o disfrutar de las tierras de uso común con motivo de los trabajos relativos a la construcción de un campo eólico denominado Gunaa Sicarú”, declaró el Colegiado.
Además, reconoció el interés legítimo de los comuneros para acudir en defensa de los derechos colectivos y del total de la superficie de los terrenos de la comunidad agraria de Juchitán, conclusión judicial que resulta histórica para los núcleos agrarios del país y particularmente para la Comunidad Agraria, pues es la que tiene más población indígena en toda Mesoamérica, y que lleva más de 50 años sin órganos de representación.
“El proyecto de energía eólica es una parte solamente del corredor interoceánico para muchas de las empresas que van a instalarse en este corredor del tren de alta velocidad.
“Parte del gran proyecto de reconfiguración del territorio que este gobierno de la 4T está planteando en este momento con el Tren Maya, el Tren Transístmico y el proyecto integral Morelos. Mucha energía para el despojo y saqueo de los bienes naturales y culturales que tenemos en la zona sur sureste del país”, indicó Bettina Cruz.
En conferencia de prensa, relató que desde 1994 se ha registrado la ocupación del territorio en el Istmo de Tehuantepec, donde existen 29 parque eólicos y más de 3 mil 132 aerogeneradores que producen más de 3 mil megawatts de energía eléctrica por hora, “y esto e es para las empresas multinacionales que la producen y que se han asociado a estas empresas productoras para consumir esta energía”.
Recordó que con la implementación del Protocolo de Kyoto los gobiernos tiene que emprender acciones para reducir sus emisiones de gases efecto invernadero y el calentamiento global, por lo que en México empezó la carrera por la energía eólica y una región del país donde existe mucho viento es el Istmo de Tehuantepec.
“Empezaron a llegar engañando a la gente, aprovechando el empobrecimiento deliberado y empezaron a ocupar nuestros territorios, independientemente de que fueran de origen colectivo, comunal, donde las asambleas tenían que autorizar el cambio de uso de suelo”, reprochó.
De acuerdo a datos oficiales, el proyecto Gunaa Sicarú fue otorgado en la segunda subasta eléctrica realizada en el 2016 por la Cenace a Energía Eólica Oaxaca, Asociada de Energies Nouvelles Group como proyecto verde y consiste en el diseño, construcción, equipamiento, instalación, operación y mantenimiento de una central eólica con capacidad de 252 MW.
La Asamblea de los Pueblos Indígenas del Istmo en Defensa de la Tierra y el Territorio considera que esta suspensión de plano es un logro importante para los pueblos indígenas del país en la lucha por la conservación del territorio, ya que ratifica que han existido violaciones a sus derechos por parte de diversas autoridades, entre ellas la Secretaría de Energía, de Medio Ambiente, la Comisión Reguladora de Energía, el Centro Nacional de Control de Energía, y del Instituto de Pueblos Indígenas, que han querido imponer la consulta a modo a las comunidades.
LP