Las primeras vacunas contra covid-19, ARN Mensajero (ARNm), que romperá la dependencia con la industria farmacéutica y la desigualdad en la distribución, costos y acceso, “va a tomar tiempo; por lo menos un par de años. Esto no es carrera de 100 metros, es un maratón”, explicó Marcos Espinal, subdirector interino de la OPS.
“La idea es que la región deje la dependencia y pueda producir, manufacturar, no sólo para vacunas, sino otros productos importantes diagnósticos, medicinas para evitar la dependencia. Recordar que hubo una crisis muy grave en la cadena de suministros y el acceso se retrasó bastante”, añadió.
La plataforma regional para el avance en la producción de vacunas y otras tecnologías sanitarias para covid-19 en las Américas, lanzada el año pasado por la OPS, tiene como objetivo formar y apoyar a empresas locales en la utilización de la tecnología de vacunas de ARNm. Hasta ahora, Sinergium Biotech de Argentina y el Instituto de Inmunobiología Bio-Manguinhos de Brasil participan en esta iniciativa.
“En el caso de Brasil y Argentina estamos trabajando para generar los procesos. Brasil todavía no entra en ensayos clínicos, pero está tratando, y Argentina está actualizando los procesos con la transferencia de la tecnología a través de la Organización Mundial de la Salud (OMS)”, dijo.
Por ello, aclaró, el proceso de tener vacunas llevará por lo menos un par de años, siendo optimistas, por la cantidad de pasos y procesos que se deben de cumplir hasta lograr que la región de Latinoamérica pueda manufacturar estos productos, biológicos e insumos.
La primera fase se centrará en fortalecer la investigación y el desarrollo en América Latina y el Caribe, en particular en el área de desarrollo de vacunas de ARN mensajero (ARNm).
Por su parte, la directora de la OPS, Carissa F. Etienne, señaló que, dado que los sublinajes BA.4 y BA.5 de la variante ómicron impulsan la mayoría de las nuevas infecciones por civid-19, y ante la probabilidad de que emerjan otras enfermedades en el futuro; el aumento de la producción médica regional es clave para salvar vidas.
Por ello, solicitó a los países a trabajar juntos para satisfacer la creciente demanda de vacunas, medicamentos y otros equipos médicos en la región. Esto, debido a que la aparición de los sublinajes de ómicron es “un recordatorio más de que el virus sigue evolucionando”.
“La capacidad de producción seguirá siendo muy necesaria en nuestra región para ayudar a hacer frente a covid-19 y a otros patógenos. Es probable que se produzcan brotes de otras enfermedades que requerirán que desarrollemos y despleguemos rápidamente nuevas vacunas, diagnósticos y medicamentos para combatirlas”, explicó.
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Etienne destacó que, al comienzo de la pandemia, la región tuvo dificultades para satisfacer la creciente demanda de medicamentos, diagnósticos y equipos de protección personal, y muchos países dependían de las importaciones para proteger a sus poblaciones. Cuando se comenzaron a desplegar las primeras vacunas contra covid-19, los países también se apresuraron a asegurarse suministros.
“Debemos estar mejor preparados para el futuro”, indicó la directora de la OPS, anunciando un plan en tres fases para trabajar con los países y los donantes internacionales, con el fin de reforzar la capacidad regional de producir vacunas y dispositivos médicos.
La segunda fase de la plataforma se centra en el desarrollo de un sólido sistema de regulación regional para garantizar que las nuevas herramientas médicas sean seguras y eficaces.
Para la tercera fase, la OPS está trabajando con socios regionales e internacionales en la creación de una hoja de ruta para mejorar la producción de tecnologías sanitarias en América, que incluye una alianza con la Unión Europea.
“Todos estos esfuerzos combinados tienen el potencial de transformar la manera en que la región desarrolla y elabora productos y tecnologías médicos, especialmente herramientas muy sofisticadas como las vacunas”, sostuvo la directora de la OPS.
Sin embargo, Etienne advirtió que la mejora de la capacidad de producción por sí sola “no es suficiente para garantizar el acceso”, y subrayó que los mecanismos de adquisición conjunta de la OPS, como el Fondo Rotatorio, serán fundamentales para garantizar que las vacunas y otras tecnologías estén al alcance de todos en la región.
El Fondo Rotatorio muestra el “impacto que podemos tener cuando aprovechamos nuestra historia de solidaridad y colaboración. Con este mismo espíritu, podemos aumentar la capacidad de producción médica de nuestra región para salvar y proteger aún más vidas”, consideró.
En cuanto a la situación de covid-19 en la región, los países informaron aproximadamente 1.6 millones de casos nuevos y 4 mil 800 muertes la semana pasada, lo que supone un descenso del 0.9 y el 3.5 por ciento, respectivamente.
Centroamérica informó un aumento del 54.9 por ciento de los casos y América del Sur un incremento del dos por ciento. En el Caribe, los casos disminuyeron un 5.2 por ciento, y en América del Norte, un 4.5 por ciento.
LP