El fortalecimiento de la autoestima es el principal reto en tiempos de la pandemia de la covid-19 para que los estudiantes de nivel medio superior decidan continuar sus estudios, comiencen una licenciatura y obtengan su título profesional.
En el punto anterior coincidieron las investigadoras de la Universidad de las Américas Puebla (Udlap), Lucila Isabel Castro Pastrana, Sonia Gisella Aguirre Narváez y Marilú Hernández Haddad, así como Claudia María Ramírez Culebro, directora académica del Departamento de Ciencias, para quienes la realización académica es fundamental en el futuro de una persona.
Por un lado, Claudia María Ramírez Culebro, directora académica del Departamento de Ciencias de la Educación de la Udlap, explicó que la orientación vocacional enfrenta la tarea de facilitar a los estudiantes la toma de decisiones sobre su futuro profesional.
Al mismo tiempo, los orientadores vocacionales están llamados a apoyar a los jóvenes a descubrir y potenciar el desarrollo vocacional en todos aquellos aspectos que contribuyan a su realización académica, profesional y laboral.
“Una de las funciones más importantes que tienen los orientadores es guiar a los alumnos para facilitar la toma de decisiones no solamente sobre su futuro profesional sino también sobre su futuro personal, por lo que esta labor cobra aún más relevancia en el mundo en el que vivimos después de la pandemia y en el que se van a desarrollar profesionalmente nuestros actuales estudiantes”, explicó.
En el marco del Encuentro de Orientadores Vocacionales organizado por la UDLAP, Lucila Isabel Castro Pastrana, académica de la universidad poblana destacó la importancia del fortalecimiento de la autoestima en los estudiantes de educación media superior.
“El talento que se descubre en una persona sino tiene una autoestima suficiente puede llegar a minimizar sus propias posibilidades y esto no conducirlo a su propio éxito profesional”, expresó.
Por su parte, Sonia Gisella Aguirre Narváez, académica de la Udlap, resaltó que el éxito profesional no sólo depende del talento sino de que la persona pueda desarrollar diferentes habilidades para responder a diferentes retos.
“Si se tiene el talento es genial porque el estudiante puede avanzar mucho más rápido y lograr su meta en un momento que ni siquiera lo perciba; pero los profesores y los orientadores tienen un papel importante en los jóvenes que es el de impulsarlos y enseñarles que el éxito profesional no sólo depende del talento, sino de insistir, de tener una meta y tener en claro hacia dónde se quiere llegar”, explicó.
En el mismo sentido, Marilú Hernández Haddad, académica de la Udlap, explicó que la definición de objetivos, arriesgarse para superar los miedos y el esfuerzo, son características indispensables para encaminarse al éxito.
“Es fundamental que primero se cuente con los objetivos claros, es decir que ubique que es lo que quiere en la vida, apuntar hacia allá y ser persistente. Segundo, arriesgarse en todos los sentidos y aprender a superar los miedos. Y tercero, el esfuerzo, ya que sin él no logrará transcender”, finalizó.
CHM