Entre frutas, verduras, carne, pollo, comida y un sin fin de productos que venden en la Central de Abasto de Pachuca, a mitad del pasillo principal del lugar, llama la atención un local donde ha hay decenas de luces y adornos navideños que están exhibidos en sus bolsas plásticas, para evitar que se maltraten.
Desde hace 30 años, Antonio Ríos decidió vender diversos artículos de la temporada navideña que se pueden adquirir a través del sistema de pagos diferidos para facilitar la compra a sus clientes, que pueden apartar desde octubre.
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“Nosotros les ofrecemos el sistema de apartado e iniciamos la venta desde la primera semana de octubre para darles la oportunidad de que puedan pagar poco a poco, y que la clientela se vaya haciendo de sus compras y no hagan un solo gasto, porque a veces no se puede”, explica Ríos.
Mientras atiende su negocio de aguacates, la parte superior de su local ha sido adaptado para mostrar la diversidad de artículos que son de diferentes modelos y precios, desde muñecos de nieve para colgar en las puertas o situarlos en las entradas de los hogares, así como pies de árbol o venados de diferentes tamaños.
“Hace 30 años iniciamos la venta de luces navideñas pero, desde hace cinco, hemos traído variedad de productos que se pagan con nuestro sistema de apartado”.
“Siempre ha habido buena respuesta, también en estos momentos complicados para las personas, pero al final, queremos ver que la gente no nos deje su producto porque un cinco por ciento ya no regresan por él, pero esperamos que no sea este año”, indicó Antonio, mientras vende un kilo más de aguacate.
Confiesa que, para ofrecer precios accesibles, los productos que oferta son de fabricación china pero, debido a que muchas empresas del país asiático detuvieron su producción por la pandemia, este año no le pudieron ofrecer más variedad.
“Traemos siempre novedad porque casi no nos queda de los años anteriores, aunque por cuestiones de fabricación de China no hubo tantos productos de novedad, porque casi las fábricas cerraron por lo de la pandemia, y se hace el pedido desde abril o mayo, pero en este año no hubo tantos productos a elegir”.
“Son productos chinos porque en realidad no hay productos nacionales que podamos dar a buenos precios, y la gente pues busca lo económico”, expone.
Finalmente, señaló que sus mayores clientes son de otros municipios que ven en este distribuidor la oportunidad de comprar productos sin tener que ir a la Ciudad de México, y pueden ofrecer precios menores por ser de producción china, “por lo que tenemos clientes del Estado de México, Tizayuca, Ecatepec, Puebla, San Luis Potosí y otros municipios, así como clientes externos y de aquí mismo, de la Central de Abastos”, concluyó.