Al menos 75 por ciento de los trabajadores padecen en algún momento estrés laboral y el Síndrome de Desgaste Ocupacional, conocido como síndrome de Burnout, problemas que aumentan por la falta de planeación dentro de las empresas, liderazgos ineficientes y sobrecarga de trabajo.
En el punto anterior coincidieron las investigadoras de la Universidad Iberoamericana Puebla, María Guadalupe Chávez Ortiz, directora del Departamento de Ciencias de la Salud (DCS); y Ericka Escalante Izeta, coordinadora de la Maestría en Desarrollo Humano, quienes participaron en la mesa de análisis “Prevención de riesgo psicosocial en las organizaciones: Implementación NOM-035”.
Chávez Ortiz resaltó que, actualmente, las normas laborales están vinculadas a accidentes de trabajo; sin embargo, falta trabajar en los problemas relacionados con la salud mental y el clima organizacional.
Por su parte, Escalante Izeta destacó que las causas del estrés laboral provienen de la falta de planeación en las organizaciones, la sobrecarga de tareas, un liderazgo ineficiente, un clima laboral negativo, incapacidad para manejar conflictos, el tiempo invertido en el trayecto al lugar de trabajo y hasta problemas o falta de mobiliario en las oficinas.
“En los últimos 20 años, en el país se han normalizado las condiciones de trabajo bajo las cuales actualmente las personas se desempeñan al interior de empresas”, comentó.
Señaló que el Síndrome de Desgaste Ocupacional, conocido como síndrome de Burnout, es un padecimiento que se produce como respuesta a presiones prologadas que una persona sufre ante factores estresantes emocionales e interpersonales relacionados con el trabajo.
En tanto, Gabriela Roldán Hernández, estudiante del Doctorado en Investigación Psicológica, reveló que, actualmente, se está trabajando en el concepto de trabajo decente que consiste en que una persona pueda desarrollar su talento, cuente con un ingreso justo, seguridad laboral, protección social, perspectiva de desarrollo, libertad de expresión, e igualdad de oportunidades y trato.
Resaltó la importancia de que las empresas se preocupen por el medio ambiente en el trabajo, por condiciones adecuadas en la organización y por la satisfacción en el trabajo.
Durante la mesa de trabajo, Nadia Eslinda Castillo Romero, coordinadora de la Maestría en Gestión de Empresas de Economía Social en la Universidad Iberoamericana Puebla, resaltó la importancia de que las empresas funcionen bajo los principios de una economía social y solidaria.
“Padecemos estrés laboral y es por ello que debemos saber desde dónde se están generando estos lineamientos de forma de trabajar en México. El problema se debe al modelo económico que hemos estado viviendo, pues actualmente privilegia la acumulación más amplia y expansiva de la economía a través de un alto índice de productividad que exigen las empresas”, comentó.
Para la investigadora, las políticas de las empresas tienen que ser sociales; mientras que el trabajo debe ser generador de bienestar y dignificación de la persona.
“Tenemos que pensar que todas las instituciones debemos privilegiar valores, compromiso con el otro, atender las problemáticas que los trabajadores puedan tener para ofrecer entornos decentes. Es por ello que las políticas laborales deben volverse a centrar en la persona”, apuntó.