Padres de familia exigen la reparación de escuelas de Tampico que tienen severos daños en áreas de uso común, una preocupación presentada después del derrumbe de una iglesia en Ciudad Madero.
Son por lo menos 12 escuelas que han reportado daños graves en su estructura o áreas de uso común pero en los últimos dos días, papás de tres escuelas han solicitado inversiones a la de ya porque temen alguna afectación a los niños, aseguró el edil Juan Pizaña.
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Un ejemplo claro del daño es la primaria “Felipe de la Garza", ubicada en la colonia Cascajal, en el sur de la ciudad, la cual tiene la barda principal de la entrada con serios daños estructurales, a tal grado de que la tocas y se mueve.
El edil tampiqueño refirió que una primaria en la colonia López Portillo tiene cinco áreas de salones con daños estructurales, así que se tuvieron que clausurar para eliminar riesgos con los estudiantes de parte de Protección Civil.
“La escuela Miguel Ramírez Hernández, de la colonia López Portillo, a lado del Conalep, tiene un área totalmente cancelada por Protección Civil debido a que está en riesgo de desplome de las losas, son de tres a cinco espacios”, puntualizó el edil morenista.
Detalló el edil que en su momento se levantaron los oficios correspondientes, pero con todo lo que ha ocurrido con el derrumbe de la parroquia “Santa Cruz”, de Ciudad Madero, los papás han reactivado las exigencias de mejoras de las escuelas.
Otros planteles que tienen daños considerables son la escuela “20-30” de Tampico, la cual ha sido detectada con cimientos de metal corroídos, con un deterioro elevado y con cornisas que se observan en mal estado.
Asimismo, explicó el edil que es integrante de la Comisión de Educación de Tampico, que la escuela “Granja Club de Leones”, justo a lado de una agencia de autos, “tiene una cornisa, un techo extendido todo resquebrajado y con la varilla expuesta”.
Se estima una inversión necesaria de los gobiernos federales, estatales y municipales que pueda superar los $50 millones, al ser inversiones que por la naturaleza de los riesgos no pueden esperar.
SJHN