La Asociación Estatal de Padres de Familia (AEPF) llamó a las autoridades federales y estatales a buscar alternativas para que el esquema del Programa de Escuelas de Tiempo Completo (PETC) continué operando en la entidad y se sigan otorgando alimentos a más de 93 mil estudiantes de más de 661 planteles.
Alejandro Águila Argüelles, presidente de la representación de tutores en la entidad, lamentó que las autoridades tomen decisiones sin tomar en cuenta a los padres de familia y sin analizar las consecuencias.
Señaló que, hasta el momento, los padres de familia que podrían resultar afectados con la eliminación del programa en las 661 escuelas inscritas se mantienen sin ser informados por parte de las autoridades federales o estatales.
El pasado 28 de febrero, la Secretaría de Educación Pública (SEP) a nivel federal publicó, a través del Diario Oficial de la Federación (DOF) el Acuerdo número 05/02/22 por el que se emiten las Reglas de Operación del Programa la Escuela es Nuestra para el ejercicio fiscal 2022, en el que no se contempla la continuidad del Programa Escuelas de Tiempo Completo (PETC).
“No nos han comentado nada porque los padres de familia seguimos estando en el discurso político, pero en los hechos y las mesas de negociación no. Este acuerdo nos cayó por sorpresa, sobre todo porque en el inicio del presente ciclo escolar se estableció en el presupuesto”, apuntó el representante de los tutores en la entidad.
En entrevista para MILENIO Puebla, Águila Argüelles destacó que comenzaron un análisis del programa y los lineamientos del Programa la Escuela es Nuestra para verificar si en alguno de sus puntos se contempla algún esquema similar a las Escuelas de Tiempo Completo.
“Nosotros teníamos entendidos que el programa iba a continuar en el Programa la Escuela es Nuestra; sin embargo, esta falta de información nos deja mal sabor de boca porque se está hablando de que los recursos que se destinaban al programa ahora irán para prioridades. Desde nuestro punto de vista, una de las prioridades es la alimentación de los estudiantes y la posibilidad de que puedan contar estudios en horarios ampliados”, apuntó.
Los estudiantes que forman parte de las Escuelas de Tiempo Completo pertenecen a preescolares y primarias generales e indígenas, telesecundarias, secundarias técnicas, Centros de Atención Múltiple (CAMs) y escuelas multigrado, quienes viven en situación de vulnerabilidad, en contextos de riesgo social y presentan altos índices de deserción escolar.
“Nos preocupa la posible cancelación del programa porque se afecta a menores que están mal alimentados; además, para los padres de familia eran un apoyo ante la falta de guarderías. Las madres de familia que trabajan para poder sostener a los niños son directamente beneficiadas con el programa. Aunque los docentes digan que las escuelas no son guarderías, que me disculpen, las Escuelas de Tiempo Completo apoyaban a las familias. Es un programa que en su momento se aprobó. El problema es que todavía no vemos un proyecto educativo, se presentó una reforma, pero no un proyecto”, apuntó.
CHM