¿Cuál es su historia? Así se construyó el Palacio de Bellas Artes en CdMx

Qué tan chilango eres

Te contamos la historia de uno de los recintos más emblemáticos de la Ciudad de México, quién lo construyó y algunos datos curiosos.

La construcción del Palacio de Bellas Artes inició en 1904. | MILENIO
César García
Ciudad de México /

El Palacio de Bellas Artes es unos de los recintos más importantes de arte y cultura de la Ciudad de México y una joya arquitectónica, que desde hace más de 80 años adorna el Centro Histórico capitalino; sin embargo, su construcción no fue sencilla.

El icónico palacio está ubicado en la Alameda Central, entre la avenida Juárez, Eje Central e Hidalgo, en la colonia Centro, y su construcción inició en 1904, durante los últimos años del gobierno del ex presidente,  Porfirio Díaz, quien quería proclamar su lema: orden y progreso.

El proyecto estuvo a cargo del arquitecto Adamo Boari, quien inició la construcción del palacio enfrentándose no sólo a problemas técnicos como cuestiones de hundimientos, sino también a cuestiones económicas y sobre todo al inicio de la Revolución Mexicana. 

Esto, finalmente derivó en la suspensión de la construcción por un largo tiempo; no obstante, el proyecto se reanudó lentamente en 1916.

Boari quería resaltar la cultura mexicana y es por eso que adornó el palacio con figuras prehispánicas como serpientes, coyotes y jaguares, que aún se pueden apreciar, junto a querubines y esculturas de mujeres.

La fachada principal del edificio está hecha con mármol de Carrara y la espectacular cúpula fue creada del artista húngaro Géza Maroti. 

Asimismo, en la plaza que está frente al palacio, son muy notables las esculturas monumentales que representa una pedazo y del escultor catalán Agustín Querol.

También destacan como espectaculares mármoles de distintas procedencias los detalles de los mascarones de Chaac, en los panales de luz, así como los impresionantes murales de Diego Rivera, José Clemente Orozco, David Alfaro Siqueiros y Jorge González Camarena, entre otros y una enorme sala principal con una capacidad para 1667 personas.

Pero Boari no fue el único que estaba pendiente de la obra, pues su perrita Aida se volvió una parte importante del proceso al ganarse el corazón de todos los que trabajaron en la construcción, quienes decidieron inmortalizarla.

Pese a la magnitud del proyecto, Boari abandonó el país en ese mismo año por problemas políticos y presupuestales, dejando más de 4 mil documentos y planos de la obra, que años después serían clave para que el arquitecto mexicano, Federico Mariscal, terminara la construcción e inaugurara el recinto el 29 de septiembre de 1934.

Dato curioso

Por alguna extraña razón, el palacio de Bellas Artes coincide con con una parte de la estructura de la Torre Latinoamericana.

Por lo que el palacio, presume dos estilos arquitectónicos uno del siglo XIX y otro de principios del siglo XX.

FLC

LAS MÁS VISTAS

¿Ya tienes cuenta? Inicia sesión aquí.

Crea tu cuenta ¡GRATIS! para seguir leyendo

No te cuesta nada, únete al periodismo con carácter.

Hola, todavía no has validado tu correo electrónico

Para continuar leyendo da click en continuar.