La bancada parlamentaria del Partido Acción Nacional denunció que la Presa Madín, ubicada en el municipio de Atizapán de Zaragoza, presenta fisuras en la cortina que podrían poner el riesgo la integridad de los habitantes de la zona, además de estar contaminada con metales por las descargas de aguas negras que registra y tener presencia de lirio acuático.
Los legisladores pidieron a la Comisión Nacional del Agua que intervengan para rescatar este emblemático espacio para los lugareños de la zona que además representa una barrera artificial para la captación y almacenamiento de agua, para prevenir inundaciones en las zonas aledañas.
La propuesta se turnó a comisiones para su análisis y se determine si es viable atender esta presa que abastece de agua a los municipios de Atizapán de Zaragoza, Tlalnepantla y Naucalpan, pese a los niveles de contaminación que reportó el Instituto Politécnico Nacional.
Ingrid Schemelensky Castro indicó que los estudios sugieren una alta contaminación por metales y que los ambientalistas han detectado 14 tubos de aguas negras con descargas a la presa a cargo de la Comisión Nacional del Agua, quien debe garantizar su conservación y evitar su deterioro.
Pidió a Conagua que consideren la necesidad de realizar una evaluación de las descargas en la presa y en su caso hacer la reubicación de las mismas; realizar tareas de remoción de sedimentos periódicamente con equipo y maquinaria especial que permitan recuperar la capacidad de la presa y mejorar su operación; descartar posibles fisuras en la cortina que pongan en riesgo la infraestructura.
Esto, debido a que sobre la cortina se ubica un puente vehicular expuesto a una vibración constante de los vehículos que circulan a diario, aunado a los movimientos constantes de la tierra, por lo que es necesario hacer una evaluación de la misma.
“La presa Madín forma parte de la infraestructura hídrica de Conagua y contribuye al abastecimiento de los municipios de Atizapán de Zaragoza, Tlalnepantla y Naucalpan, cuenta con una capacidad de 600 litros por segundo, la cual aporta y brinda al día de hoy el líquido a más de 200 mil mexiquenses. Se construyó entre los años de 1973 y 1977 sobre un área expropiada en una superficie de 190 hectáreas, con una cortina de 75 metros de altura, cuenta con una planta potabilizadora que utiliza aluminio para la floculación de materia orgánica”.
KVS