En 25 años de fumadora, Miriam intentó en dos ocasiones abandonar esta práctica, pero siempre reincidía. Hoy, cada vez que le entran ganas, lo reflexiona y emplea la música para relajarse y evitar esta práctica.
Aunque no ha dejado el consumo de tabaco, lo ha reducido considerablemente, especialmente por las recomendaciones que han emitido las autoridades de salud por la contingencia sanitaria por covid-19. Ella forma parte del grupo vulnerable.
“Decidí que era hora de protegerme y sí lo he reducido considerablemente. Pasé de fumar de dos a tres cigarrillos, y a veces hasta cuatro diarios, desde la contingencia a uno y a muchos días ni uno por los lineamientos”, señala Miriam.
Narra que inició a fumar a los 20 años de edad y cinco años después llegó a la cifra de hasta cuatro cigarros al día.
El 31 de mayo de cada año, la Organización Mundial de la Salud (OMS) y sus asociados celebran el Día Mundial Sin Tabaco.
Dicha campaña tiene como propósito crear concienciar sobre los efectos nocivos y letales del consumo de tabaco y la exposición al humo de tabaco ajeno, y para disuadir el consumo de este producto en cualquiera de sus formas.
Miriam reconoce que por ansiedad, desesperación o enojo enciende un cigarrillo. Especialmente apunta al estrés laboral como el principal generador de ese impulso de consumo.
Pero también presume que cuando decide ningún tabaco prende y tampoco tiene problemas si considera dejar de fumar.
“Desde el confinamiento lo he pensado y si me lo propongo desde mañana ya lo dejo de hacer y no fumo en mucho tiempo”, comenta Miriam.
Asimismo, cuenta que durante sus dos embarazos prescindió de los cigarrillos y en ambas ocasiones se mantuvo sin fumar por más de año y medio, por lo que insiste en que ahora ningún problema tendría para dejar este hábito.
Aclara que retomó el fumar por el estrés laboral combinado con una vida ajetreada.
Actualmente efectúa el trabajo en casa y eso le ha ayudado a relajarse mucho, así como a incrementar su deseo de no querer fumar, ya que le evita salir a la oficina y enfrentar el tráfico.
Pero señala que el estar en su hogar también trajo como reflejo un incremento en sus ocupaciones, ya que sus hijos le demandan más atención.
Apunta que en su empleo fumaba al término de la jornada o después de cumplir con alguna obligación con tensión.
mpl