La pandemia desapareció salones de eventos en la zona sur de Tamaulipas y, en la recta final de marzo, aún hay algunos que están en proceso de bajar las cortinas de manera definitiva.
El empresario Reyes González del Ángel, que preside la Asociación de Restauranteros en el Sur de Tamaulipas, informó que “entre 35 y 40 salones de eventos ya cerraron en los últimos dos años”.
Uno de los más representativos es el salón El Manglar, que ya quitaron el nombre que estaba en la puerta principal, ya que de acuerdo a información proporcionada a MILENIO Tamaulipas no pudieron mantenerlo.
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Los cierres están relacionados a la imposibilidad de pagar las rentas, el mantenimiento, el pagar las licencias de alcoholes, cubrir con los salarios, servicios como luz, agua y gas, todo durante un periodo en el que los eventos no estaban permitidos.
“Por ejemplo, el pago de una licencia de alcoholes es de 40 mil pesos al año y nos cobran como si estuviéramos al 100%, por eso nosotros insistimos en que se pague la parte proporcional”, declaró.
Recalcó que aún no se tiene certeza de que los negocios vayan a regresar; sin embargo, a pesar de que parece que los casos de coronavirus van a la baja, el panorama económico en el inicio de 2022 ha sido complejo debido a los incrementos de productos y servicios.
Aunado al pago de salarios, el mantenimiento, también destaca el pago del servicio de energía eléctrica y agua, que aunque no estuvieran funcionando se tenía que hacer un pago mínimo de 800 o 900 pesos.
Los salones de eventos sociales durante periodos muy largos de tiempo estuvieron cerrados, sin actividad, y eso les repercutió en el daño en las instalaciones, un caso similar a lo que le pasó a las escuelas.
“Muchos de los compañeros con el daño que tuvieron los salones, al ser muy costosa la reparación, mejor decidieron cerrar de forma definitiva porque no era viable la inversión ante la incertidumbre por el covid-19”, declaró.
En los momentos más complejos del coronavirus, una de las estrategias sanitarias de las autoridades estatales de salud fue la de suspender los eventos sociales para evitar los contagios en espacios cerrados.
Conforme avanzó la pandemia se dieron restricciones en los aforos, pero conforme avanzaban las semanas los cambios eran radicales, así que se tenían que suspender eventos que ya estaban agendados.
SJHN