La pandemia afectó a miles de pequeños y medianos negocios, algunos optaron por cerrar y esperar a que la situación mejore, otros como Verónica Sánchez decidieron aprovechar sus talentos para emprender y apoyar a sus familias; lo que antes era su hobby de hornear pasteles y repostería, hoy se ha convertido en un pequeño negocio en potencia, en el que a través de redes sociales entrega más de 30 pedidos a la semana, su especialidad; el delicioso pan japonés.
Todo inició con su esposo dedicado a la pastelería y repostería, un ramo que se vio afectado a partir de la cancelación de eventos y fiestas, optando así por promover sus productos en línea y ante lo cual ella decidió emprender lo propio.
“Todo empezó por el gusto y pasión por los postres y decidí ver el problema de la pandemia como una oportunidad para que la gente al no poder salir de casa pudiera probar un producto delicioso y casero y novedoso y nosotros llevárselo a la puerta de su casa recién hechos”, explicó.
Fue a través del grupo “Consume local León” que con el objetivo de impulsar el consumo local hoy cuenta con más de 47 mil miembros, que un día se atrevió a publicar sus creaciones y el éxito fue tal, que la gente la empezó a buscar.
“El pan se hace del día, me paro temprano, se hornea temprano, mi esposo se va a trabajar, regresa y empezamos la ruta”, agregó.
Antes de la contingencia, Verónica se dedicaba al hogar y a la atención de sus dos pequeños, ahora sus días han cambiado pues desde las 8:00 de la mañana inicia con la preparación y horneado de un promedio de 8 a 10 pasteles diarios que le pre ordenan, trabajando en equipo con su marido concluyen hasta la noche con el proceso de entrega que los ha llevado a recorrer y ser recomendados prácticamente en toda la ciudad.
“He conocido colonias de León que no sabía que existían, he recorrido prácticamente todo León entregando el pan, a mí me gusta atender bien a mi cliente respetando que llegue a la hora que yo les digo que entrego mis rutas”, comentó Verónica.
Los protocolos se sanidad son cuidados: se trata de pasteles caseros, en cuya elaboración se utiliza el cubrebocas y guantes, asimismo en el proceso de entrega, en el que el producto es llevado en un recipiente hermético hasta la puerta del cliente.
Son historias de resiliencia que demuestran que la aptitud y visión ante los problemas puede cambiar totalmente los resultados, utilizar nuestros talentos y creer en lo que hacemos, se convierte en la puerta del emprendimiento y de nuevas oportunidades.
Cualquiera que desee probar el ya famoso pan japones puede hacerlo a través de la página “Postres y Chocolates Dulce Amor”.
“Empecé con 4 o 6 panes al día y he entregado hasta 15 o 17 piezas al día”, concluyó.