Don Fernando Martínez Desiderio luchó por 25 minutos con un cocodrilo, para salvar a su hija María Fernanda. Tras el accidente que le cambió la vida, decidió que no volverá a pescar, ahora tendrá que buscar un nuevo oficio para poder dar de comer a su familia.
El señor vive con su familia en la colonia Nuevo Madero en Altamira, Tamaulipas, a unos 15 minutos a pie de la laguna de la Aguada, donde ocurrió el ataque a la niña de 8 años.
Su oficio es reparador de zapatos, sin embargo cuando tiene poco trabajo no le quedaba de otra que ir a la laguna y pescar, primero para que comiera su familia y luego para poder vender un poco y sacar para la despensa.
María Fernanda es su única hija, tiene 8 años y estudia en la primaria Fidencio Trejos, siempre sonriente y muy querida por sus maestras de la escuela y sus compañeros.
Era habitual que Marifer, como le dicen muchos de sus amigos, acudiera con él y su mamá a la laguna, don Fernando confiesa que sabía que había cocodrilos en el lugar, pero solo le había tocado ver uno, sin embargo como siempre pescaba en la orilla no pensó que fuera peligroso.
Ese 3 de agosto él ingresó al agua, que no llegaba más allá de los pies, la niña ingresó detrás de él a una profundidad no mayor a sus tobillos, su esposa se quedó afuera para esperarlos.
Luchó para salvar a su hija
Jamás vieron al animal, les llegó por la espalda, él se dio cuenta cuando escuchó el movimiento del animal para jalar a su hija.
"Estuve luchando con el cocodrilo como 25 minutos, varias veces jaló a mi hija para sumergirla, yo le trataba de abrir el hocico para que la soltara, le mordió la espalda y un brazo, en un momento el animal ocupó respirar bien y fue así que la soltó, yo aproveché para quitársela".
Milagrosamente don Fernando tuvo lesiones muy leves, pese que peleó por un largo rato con el animal, lo demás ocurrió como si fuera una película de terror, llegaron los cuerpos de rescate y la menor fue trasladada al Hospital Carlos Canseco en Tampico.
Debido a que su esposa presenció la terrible escena, sufrió una fuerte crisis nerviosa pero también presentó problemas de salud, así que el señor se tenía que hacer cargo de las dos mujeres de su vida, muy preocupado y sin poder trabajar.
En este momento ir a pescar no es una alternativa, don Fernando jura que no volverá a meterse a una laguna y menos que su familia lo haga, así que se las está viendo muy complicada para poder dar las atenciones que su hija ocupa para tener una buena recuperación en su casa.
"No ya no vamos a ir a pescar, después de lo que pasó, ahora vamos a ver a qué nos dedicamos, porque a veces tengo trabajo para reparar zapatos y a veces no, así que le buscamos de otra forma. Yo le digo a la gente que tenga cuidado porque ahí andan los cocodrilos y son muy peligrosos".
El señor está muy agradecido porque sus vecinos se han organizado para poder juntar despensa y llevárselas, otros más les ayudan con el medicamento, sin embargo ocupan la recuperación de la menor será larga, pues las heridas que tuvo en el cuerpo fueron importantes.
Pide trabajo
Don Fernando está pidiendo a los residentes de Altamira apoyarlo con trabajo y todos aquellos que tengan zapatos para reparar, los lleven a su negocio ubicado sobre la calle Río Amazonas de la colonia Nuevo Madero, también aseguró que puede hacer el trabajo a domicilio, pues se mueve en su bicicleta.
Sin embargo, para los que quieran apoyar a la familia con dinero, pueden hacerlo en la tarjeta Spin número 4215 4700 6798 3235, a nombre de Fernando Martínez Desiderio.
María Fernanda está convaleciente pero animada, sus maestras irán a visitarla, para acordar la manera en que podrá tomar sus clases, pues ya está por entrar y no quieren que se retrase.
EAS